En el conjunto de 2016, el Ibex 35 pierde un 7,5%, reduciendo estas pérdidas notablemente justo en las tres últimas semanas, las de mayor inestabilidad política, pero que el selectivo ha logrado cerrar con números verdes acumulados. "No consideramos que la incertidumbre política esté penalizando de forma adicional a la renta variable", explican desde XTB.
Otra cosa es la inversión extranjera, con ejemplos como la paralización de proyectos en sectores tan importantes para la economía nacional como el capital riesgo. "Hay un compás de espera por la incertidumbre política, que no cancela los proyectos, pero sí los retrasa, también en la captación de fondos", indican fuentes del sector, refiriéndose principalmente a la actividad de los fondos internacionales.
Lo mismo ocurre en el sector inmobiliario, que en los últimos años había atraido las compras de los inversores extranjeros en busca de buenos precios en zonas prime de ciudades como Madrid o Barcelona. Durante un reciente encuentro organizado por PwC, representantes de Merlin, Colonial o Neinor confirmaban que los inversores internacionales están "empezando a asustarse" ante la incertidumbre política, mirando con mayor grado de prudencia al país. "Que Dios coja confesado a quien tenga que salir al mercado a financiarse mientras dure esta incertidumbre", advertía Ismael Clemente, presidente de Merlin.
Los expertos recuerdan que, hasta hace un mes, los inversores internacionales eran incluso más positivos que los nacionales y sólo se centraban en observar la marcha de la economía, obviando el plano político. Una situación que ahora se habría dado la vuelta. Sobre todo tras las recientes advertencias de algunas agencias de rating como Moody’s, que ya ha rebajado la perspectiva sobre la deuda española de positiva a estable.
Aún así, los mercados financieros están soportando bien la presión. De hecho, la prima de riesgo nacional ha escalado en línea con la de otros países periféricos, ante unos inversores que vuelven a buscar en el bund alemán el tradicional refugio, por poco rentable que sea. Y las emisiones de deuda se están colocando bien entre inversores internacionales. Incluso algunos plazos siguen a tipos negativos.
A pesar del mejor comportamiento, es cierto que cierta tensión aún está muy patente en el parqué. En el caso de los riesgos políticos, los expertos temen que la demora en la constitución del Gobierno desemboque en el retraso de las necesarias reformas para continuar con el crecimiento económico. Desde Société Générale explican que "este tipo de inestabilidad política, junto con la falta de intención reformista en la mayor parte de los programas, reduce las probabilidades de una consolidación fiscal significativa o modificaciones estructurales. Esto podría poner en riesgo la sostenibilidad de la deuda pública española en el medio plazo", insisten.
Y cuidado. Porque los expertos dudan de que las políticas monetarias que el BCE anunciará el próximo 10 de marzo, sobre las que están sustentadas las recientes subidas del mercado, pueden decepcionar y obligar a la recogida de beneficios después de tres semanas de subidas en la renta variable.
Mientras tanto, Jennifer McKeown, economista senior para Europa de Capital Economics, apunta que "si bien la economía española ha resistido la incertidumbre bien por el momento, hay señales ya de un daño a la confianza que podría contribuir a una desaceleración este año".
Y Link Securities asegura que en estos momentos, sólo hay dos opciones: una gran coalición de gobierno (con importante presencia de independientes) u otros comicios. Este segundo supuesto, señalan, sería "muy negativo para la economía del país y para sus mercados financieros, ya que tanto particulares como empresarios podría comenzar, si no lo han hecho ya, a retrasar decisiones de compra y/o inversión".
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