El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, ha puesto en valor hoy en su intervención en la Junta General Ordinaria de Accionistas que la entidad cuenta “con importantes fortalezas, una estrategia bien definida y un modelo diferencial único de hacer banca”. “Nuestro objetivo es seguir apoyando a la sociedad, a las familias y a las […]
BancaDirigentes Digital
| 31 mar 2023
El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, ha puesto en valor hoy en su intervención en la Junta General Ordinaria de Accionistas que la entidad cuenta “con importantes fortalezas, una estrategia bien definida y un modelo diferencial único de hacer banca”.
“Nuestro objetivo es seguir apoyando a la sociedad, a las familias y a las empresas, porque esta es la mejor aportación que podemos hacer desde CaixaBank para acompañar e impulsar la transformación de nuestra sociedad hacia un modelo con mayores oportunidades para todos”, ha trasladado el presidente de la entidad a los accionistas.
Goirigolzarri ha hecho, en primer lugar, una valoración del ejercicio 2022, para abordar a continuación las prioridades que la entidad ha fijado en el Plan Estratégico para el periodo 2022-2024. De esta manera, ha explicado que “2022 ha sido un año en el que la realidad del mundo occidental ha tenido una transformación muy profunda, tanto desde el punto de vista geoestratégico, como desde el punto de vista económico”.
En este sentido, ha señalado que “los bancos centrales, que al principio entendieron los repuntes inflacionistas como movimientos coyunturales, se han visto obligados a realizar subidas muy abruptas de los tipos de interés”, si bien ha recordado que “en valores absolutos los tipos de interés no están en niveles históricamente altos”.
“Esto, junto a las evidentes incertidumbres derivadas de la invasión de Ucrania, hace que estemos asistiendo a una enorme volatilidad en los mercados, volatilidad que se ha visto reforzada por los últimos acontecimientos en Estados Unidos y Suiza”, ha expuesto el presidente de CaixaBank, quien ha querido dejar claro que “estos acontecimientos se producen en unos bancos con una situación y modelos de negocio muy distintos a los de la banca de nuestro país, y, desde luego, muy diferentes de CaixaBank”.
En concreto, ha subrayado que “el modelo típico de los bancos españoles es de una fuerte dispersión de depósitos”.
A ello se une, ha asegurado, que “tenemos una enorme diversificación de nuestras inversiones porque atendemos a todos los segmentos, desde grandes empresas a familias y porque nuestros ratios son extremadamente robustos en términos de liquidez y solvencia”.
Para Goirigolzarri, “aunque los episodios de volatilidad pueden continuar, y siempre debemos ser prudentes, creo honestamente que la banca española, por contraposición a lo que vivimos en la anterior crisis, está muy bien preparada y tiene una enorme fortaleza para enfrentarse a este tipo de situaciones”.
En todo caso, el presidente de CaixaBank ha destacado la necesidad de completar la Unión Bancaria Europea y ha considerado “muy importante acelerar la creación del fondo de garantía de depósitos europeo como medio para evitar una eventual retroalimentación entre riesgo bancario y riesgo soberano”.
Sobre la situación española, Goirigolzarri ha indicado que, si bien el crecimiento económico está desacelerándose, “las previsiones para el año 2023 son también menos pesimistas que las que teníamos hace unos meses”. Aun así, ha reconocido que “la evolución de la inflación es, tanto para España como para el conjunto de la Unión, el principal reto para los próximos meses”.
Además, ha apuntado otros retos a los que se enfrenta a medio y largo plazo la economía española: “Siempre he pensado que el punto débil más importante de la economía española es su productividad y el mayor factor de vulnerabilidad es el desequilibrio de las cuentas públicas”.
El presidente de CaixaBank ha repasado ante los accionistas los principales hitos de la entidad durante 2022, ejercicio en el que se completó la integración de Bankia, “el proceso más grande que se ha realizado en el sector bancario en España”.
Goirigolzarri ha destacado que “este esfuerzo de transformación interna ha sido compatible con el mantenimiento del foco en el negocio”. “Hemos mantenido un fuerte músculo comercial y hemos gestionado la calidad del activo y la solidez del balance de forma notable, tanto en España como en BPI en Portugal”, ha afirmado.
Según el presidente de la entidad, “gracias a este gran trabajo de todo el equipo en un año tan complejo, alcanzamos un beneficio atribuido de 3.145 millones de euros, lo que supone en términos comparables, una mejora del 29,7% con respecto al año pasado”.
Estos resultados, ha apuntado, unidos a la sólida posición de capital de la entidad, permiten la distribución de un dividendo bruto por acción de 0,23 euros, un 58% superior al ejercicio anterior.
Con el pago de este dividendo, el payout correspondiente al ejercicio 2022 será del 55% sobre el resultado atribuido, equivalente a 1.730 millones de euros, en línea con la política de dividendos acordada por el Consejo de Administración para el ejercicio 2022. Si a esta cifra se añaden los 1.800 millones de euros de la recompra de acciones acometida durante los últimos siete meses de 2022, la remuneración total al accionista supera los 3.500 millones de euros.
Por su parte, Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, ha presentado a los accionistas el detalle de los resultados de la entidad en 2022 y ha destacado que “el dinamismo comercial ha sido muy positivo, y refleja nuestra capacidad y propósito de seguir apoyando a la economía, a las empresas y a las familias”. En concreto, ha señalado que en un contexto de “fuerte volatilidad en los mercados”, se ha logrado una captación neta de recursos de clientes de casi 7.000 millones, hasta situar el volumen gestionado en 609.000 millones. Mientras, la cartera de crédito sano ha superado los 351.000 millones.
Según ha indicado el consejero delegado, “la mayor actividad comercial tiene su reflejo en los ingresos, que se recogen en la línea de margen bruto, y que se sitúan en 11.594 millones, con un incremento del 5,5% en el año”. Mientras, se ha conseguido una reducción del 5,6% en el capítulo de gastos, hasta los 6.020 millones.
Gortázar ha explicado que el resultado de la entidad asciende a 3.145 millones, “razonable, dado nuestro tamaño, y que sitúa la rentabilidad media sobre el capital neto de intangibles (ROTE) en el 9,8%”. “Esta cifra mejora respecto al año anterior, pero todavía no está en los niveles fijados en el Plan Estratégico y que los diferentes inversores exigen a una industria como la nuestra. Confiamos en seguir mejorando en los próximos trimestres para alcanzar el reto fijado de superar el 12% en 2024”, ha reseñado.
El consejero delegado de CaixaBank ha destacado que “tanto las posiciones de solvencia como todos los instrumentos de supervisión, vigilancia y capacidad de actuación ante potenciales crisis son muy superiores a las de hace una década y, por lo tanto, el nivel de resistencia es muy alto”.
“No quiero dejar pasar la oportunidad de señalar que esta fortaleza es un bien común para el país y es muy positivo para todos contar con un sistema financiero así porque es una fuente de confianza para individuos, empresas y por tanto para la sociedad en general. Es muy positivo para todos contar con un sistema financiero fuerte y nos debe dar confianza”, ha asegurado.
En concreto, ha querido subrayar “la fortaleza financiera del Grupo CaixaBank, que se encuentra en posición de máximos y, por tanto, tiene capacidad para afrontar los retos futuros y seguir apoyando a familias y empresas. Tanto por modelo de negocio como por principios de gestión, CaixaBank ha construido una posición muy sólida”.
De esta manera, ha recordado que la morosidad está en mínimos (2,7% en diciembre de 2022) y la cobertura es elevada, “gracias a una gestión rigurosa y sistemática”. Además, ha comentado que se ha cerrado 2022 con unos niveles muy elevados de activos líquidos de casi 140.000 millones de euros y que en términos de solvencia la ratio de capital CET1 se sitúa en el 12,8%.
Sobre las prioridades estratégicas de la entidad para los próximos años y que se recogen en el Plan Estratégico 2022-2024 presentado en mayo del año pasado, el presidente de la entidad ha destacado que éstas se centran en “dar un decidido impulso a nuestro negocio, creciendo más allá de las barreras de la banca tradicional, y continuar adaptando nuestro modelo de atención a las nuevas necesidades de nuestros clientes para seguir ofreciendo una excelente calidad de servicio, todo ello con el objetivo de ser una referencia de sostenibilidad dentro de la banca europea”.
Goirigolzarri ha explicado que estas prioridades estratégicas han de llevar a CaixaBank a alcanzar sus objetivos financieros a cierre del año 2024: una rentabilidad sobre recursos propios superando el 12%; una mejora de la eficiencia, hasta situarla por debajo del 48%, y un refuerzo de capital y solvencia, con el objetivo de generar capital por valor de 9.000 millones de euros.
“Son unos objetivos muy ambiciosos, pero creo que vamos en el buen camino tras ver los excelentes resultados de este año”, ha asegurado, antes de aclarar que estos retos se fijaron antes de conocerse el nuevo gravamen especial a la banca.
Por su parte, el consejero delegado de CaixaBank ha asegurado que “somos optimistas porque iniciamos el ejercicio 2023 con un balance fuerte que nos permitirá seguir invirtiendo en nuestro negocio principal y apoyar a familias, empresas y a la sociedad en su conjunto”. “Lo hacemos confiados en que, guiados por nuestros valores corporativos, alcanzaremos los retos marcados en el Plan Estratégico del Grupo para el periodo 2022-2024, incluso en un entorno incierto como el actual”, ha destacado Gortázar, quien ha agregado que “continuaremos trabajando para mantener a CaixaBank como la entidad de referencia para sus clientes y empleados, rentable y sostenible para sus accionistas y comprometida con la sociedad”.
Por otra parte, Goirigolzarri ha defendido el modelo diferencial de hacer banca de CaixaBank. “Un modelo que parte de la base de que la sostenibilidad de un proyecto no se sustenta sólo en los resultados financieros, sino también en cómo se consiguen”, ha indicado.
En este sentido, ha expuesto que la sostenibilidad tiene un triple vector en el modelo de cercanía que CaixaBank quiere desarrollar: el compromiso con el medioambiente, contar con una excelente gobernanza y una decidida acción social en la que la inclusión es su referencia.
Así, ha detallado que este compromiso de cercanía a la sociedad se manifiesta a través de la apuesta de la entidad por la inclusión desde varios puntos de vista: geográfico y de modelo de distribución, de edad, de vulnerabilidad, y a través de la apuesta por la educación.
Por ello, ha recordado que el modelo de atención de CaixaBank combina una fuerte presencia física y una fuerte presencia en los canales online. “Disponemos de la red de oficinas más extensa de nuestro país. En estos momentos, estamos presentes en más de 2.200 municipios. Además, en 470 municipios somos el único banco y tenemos el compromiso de no abandonar estas poblaciones”, ha recordado, para añadir que ello se combina con “unos excelentes canales online, de los que se benefician más de 11 millones de clientes, así como de unos canales de atención remota con los que atendemos a 3,4 millones de clientes”.
Desde el punto de vista de inclusión del colectivo sénior, el presidente de la entidad ha asegurado que se han implementado “en tiempo y forma”, todas y cada una de las medidas anunciadas el año pasado para este segmento.
Respecto a la inclusión desde el punto de vista de vulnerabilidad, ha puesto en valor la labor de MicroBank, la actuación en el ámbito de la vivienda social, y las iniciativas de Fundación Dualiza para impulsar la formación profesional.
A todo ello se une que “nuestros dividendos financian la extraordinaria labor social que desarrolla la Fundación ”la Caixa” y que recibirá para su obra social una cantidad en el entorno de 550 millones de euros por los dividendos de 2022”.
“En CaixaBank, junto al objetivo de conseguir una excelente rentabilidad sobre fondos propios como consecuencia de nuestra actividad, estamos totalmente comprometidos en apoyar a las necesidades de la sociedad a la que servimos”, ha afirmado Goirigolzarri.
En este sentido, el consejero delegado de CaixaBank ha añadido que “el objetivo es que esta posición de fortaleza nos permita crear valor para todos manteniendo además nuestra vocación social, presente en el Grupo desde sus orígenes. El compromiso social es un valor diferencial de CaixaBank, forma parte de nuestro ADN, de nuestra misión y de nuestros valores y está muy visible en la manera en que gestionamos nuestra actividad”.
Gortázar ha hecho referencia a algunos ejemplos más del compromiso social de CaixaBank, como el desarrollo de productos que facilitan el acceso financiero a colectivos vulnerables, donde se enmarcan los 364.000 clientes que cuentan con cuentas sociales o básicas y, por ello, no pagan comisiones. También que la entidad ha sido proactiva en apoyar a los clientes en situaciones difíciles, ya que desde la crisis anterior se ha ayudado a 360.000 clientes con dificultades de pago, y durante la pandemia se concedieron miles de moratorias y préstamos con aval del ICO, en un momento donde la gestión de la liquidez era muy importante.
La Junta General de Accionistas de CaixaBank ha obtenido este año, por primera vez, la certificación de ‘Evento sostenible alineado con los ODS’, los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, otorgada por la consultora Bureau Veritas.
Para lograrlo, se han tenido en cuenta aspectos ambientales, como la gestión de residuos o los consumos de energía, agua y otros materiales; aspectos sociales, como la accesibilidad del espacio o la seguridad de los asistentes, y también la contribución del evento a la economía local mediante la contratación de productos y servicios a proveedores locales.
Aplicar criterios de sostenibilidad a los eventos permite reducir la huella de carbono operativa de CaixaBank, de acuerdo con los objetivos del ‘Plan de Gestión Ambiental’ de la entidad.
La Junta General Ordinaria de Accionistas de CaixaBank ha aprobado todos los acuerdos sometidos a votación, entre los que se encuentra el abono de un dividendo de 0,2306 euros por acción con cargo a los resultados de 2022, lo que supone un incremento del 58% frente a los 0,1463 euros del ejercicio anterior.
Esta remuneración, que se hará efectiva a los accionistas a partir del próximo 12 de abril, representa un payout del 55%, en línea con la política que se aprobó para este año de repartir entre el 50% y el 60% de los beneficios. Así, la cuantía total destinada a dividendos, con cargo a los resultados de 2022, asciende a 1.730 millones de euros.
Este dividendo revierte directamente a la sociedad, dado que los dos principales accionistas de CaixaBank son Fundación ”la Caixa” y el Estado, a través del FROB. Además, la entidad cuenta con 617.800 accionistas, en su inmensa mayoría minoristas.
Por otra parte, los accionistas han dado el visto bueno a las cuentas anuales individuales y consolidadas, y a sus respectivos informes de gestión, correspondientes a 2022; así como a la gestión del Consejo de Administración durante el ejercicio.
La Junta ha respaldado, además, la reelección como consejeros de Gonzalo Gortázar (ejecutivo), Cristina Garmendia (independiente) y Amparo Moraleda (independiente) por un periodo de cuatro años, además de aprobar el nombramiento de Peter Löscher como nuevo consejero independiente, también por un periodo de cuatro años.
Los accionistas han aprobado también otros acuerdos, como la modificación de la Política de Remuneración del Consejo de Administración y la autorización y delegación de facultades para la interpretación, subsanación, complemento, ejecución y desarrollo de los acuerdos adoptados por la Junta.
Video total del presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri