“Es el shock más importante en 100 años”, dice la presidenta de Banco Santander, Ana Botín, acerca de la crisis del coronavirus. “El siglo XXI es más imprevisible de lo que pensábamos”, continúa Jordi Gual, presidente de CaixaBank. “Tenemos que ser realistas de cara al futuro, esta crisis tendrá impacto también en el sector financiero”, […]
BancaDirigentes Digital
| 15 jun 2020
“Es el shock más importante en 100 años”, dice la presidenta de Banco Santander, Ana Botín, acerca de la crisis del coronavirus. “El siglo XXI es más imprevisible de lo que pensábamos”, continúa Jordi Gual, presidente de CaixaBank. “Tenemos que ser realistas de cara al futuro, esta crisis tendrá impacto también en el sector financiero”, afirma José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia.
Son solo algunas de las frases que revelan la gravedad de la crisis que está sufriendo la economía global a causa de la congelación que se ha hecho imprescindible para frenar la pandemia del coronavirus. Durante la mesa dedicada al sector financiero, los presidentes de seis de los bancos españoles más destacados han incidido en el papel que ha ejercido la banca en esta crisis para apoyar la economía.
Botín ha indicado que es prioritaria una reforma para el empleo mediante el diálogo social con el objetivo de emplear a 6 millones de personas que pueden encontrarse sin trabajo a consecuencia de esta crisis. “Necesitamos políticas del siglo XXI”, recuerda Botín, para ayudar a las empresas a crear empleo. Propone que cualquier iniciativa política responda una pregunta: “¿Cómo va a ayudar a crear empleo? Si la respuesta no es un sí rotundo, deberíamos descartarla”.
En esa línea, todos los participantes han señalado la eficacia de los ERTE que, según Botín, “nos han salvado del colapso social”. Además, ha propuesto un plan de choque para la creación de empleo dividido en dos ramas: el sector turístico y restauración, y facilitar la compra de vivienda sostenible a los jóvenes. En cuanto al turismo, cree que se debe caminar “hacia un modelo de turismo más sostenible y ecológico” que puede generar un empleo mejor.
En cuanto a la vivienda, ha repasado la delicada situación de los jóvenes a la hora de independizarse. Propone eliminar la “barrera insalvable” de aportar entre un 20% y un 25% del valor del inmueble como entrada. Esta medida podría dinamizar la economía, generar 1,7 millones de puestos de trabajo, además de facilitar el acceso a la vivienda de medio millón de familias.
El presidente de CaixaBank cree que se requiere iniciar una senda de progreso y generar ilusión, dado que se están viendo “señales de recuperación”. No obstante, propone generar un equilibrio razonable entre poder hacer frente a un posible nuevo brote y que la economía vuelva a funcionar “y deje de estar en el congelador”. Aun así, Gual reconoce que esta crisis ha provocado un cambio estructural en algunos sectores. Por ello, los fondos europeos deben dirigirse “a los sectores más afectados por la pandemia”.
En cualquier caso, al igual que Botín, el dirigente de CaixaBank cree que el nivel de desempleo en España es “absolutamente inaceptable”, por lo que deben ponerse en marcha medidas que generen puestos de trabajo. Entre las áreas con potencial para ello, Gual destaca la transición ecológica, en especial la rehabilitación de hogares y la renovación del parque móvil, “planes que van a requerir mucho empleo”, asegura.
Goirigolzarri recalca la actuación de los bancos en la crisis al poner su “músculo al servicio de los clientes”. Sin embargo, advierte: “Si el sector no es rentable será un problema para toda la sociedad”. En particular, el dirigente de Bankia avanza que si los bancos no salen reforzados “no podrán cumplir con su objetivo, que es financiar a las familias y empresas”.
Como sus predecesores en el foro, Goirigolzarri cree que esta crisis representa “una oportunidad que no podemos desaprovechar”. En concreto, cree que se pueden hacer reformas para “promover la inversión y la seguridad jurídica”, de manera que se cree un “caldo de cultivo capaz de atraer y retener la inversión”. Por otro lado, cree que el “capital humano va a ser una variable decisiva”, de modo que hay que poner empeño en “mejorar la empleabilidad” de los ciudadanos para “dar salida a las demandas presentes y futuras del mercado de trabajo”.
La propuesta más heterodoxa la ha hecho Josep Oliu, presidente de Banco Sabadell. Además de repetir que se necesita un “marco de actuación estable y previsible”, cree que podría considerarse la posibilidad de otorgar ayudas a las empresas en forma de transferencias a fondo perdido, más allá de los avales públicos que se han facilitado para pedir créditos.
En todo caso, insiste en eliminar el menor atisbo de incertidumbre por medio de la colaboración efectiva entre el sector público y el privado. “La ausencia de esta colaboración y de los niveles mínimos de confianza que se produjeron en la anterior crisis tienen que quedar atrás”, ha reflexionado Oliu. Además, afirma que “ayudar a las empresas es la mejor forma de ayudar al empleo y a la sostenibilidad futura” de las cuentas públicas.
También han participado en la mesa de la CEOE el presidente de BBVA, Carlos Torres, y el de Ibercaja, José Luis Aguirre. Ambos han coincidido en señalar la magnitud de la crisis, además de la posibilidad que supone para “impulsar la economía, la sociedad y el futuro”, ha expresado Torres. Aguirre, además, se ha mostrado satisfecho por la proactividad de su sector, si bien ha deseado que la recomendación de no repartir dividendos “sea temporal”, puesto que es “un sacrificio para los accionistas”.