La demanda laboral relacionada con puesto IT, aquellas disciplinas referidas a la informática y las telecomunicaciones, se ha disparado en los últimos años. La conversión digital impulsada desde las distintas administraciones, unido a los efectos provocados por la pandemia, han elevado la necesidad de muchas empresas por iniciar su transformación hacia una nueva era. Según […]
ComunicaciónDirigentes Digital
| 23 may 2023
La demanda laboral relacionada con puesto IT, aquellas disciplinas referidas a la informática y las telecomunicaciones, se ha disparado en los últimos años. La conversión digital impulsada desde las distintas administraciones, unido a los efectos provocados por la pandemia, han elevado la necesidad de muchas empresas por iniciar su transformación hacia una nueva era.
Según la Asociación Española para la Digitalización, se calcula que hubo más de 120.000 vacantes en el sector en 2022. Otro informe del primer trimestre de este año, realizado por InfoJobs, apunta a las profesiones tecnológicas como las más demandadas por los empleadores en España.
En este contexto, DIRIGENTES entrevista a Gary Mullan, Director de Prosperity Digital, que aclara las razones de este fenómeno, así como la empleabilidad y las diferentes características de los puestos de trabajos a los que aspiran los profesionales especializados en esta área.
La tecnología lo impregna todo y el crecimiento en los últimos años ha sido muy importante en este sector.
Pero yo diría que lo más significativo no es que el sector tecnológico esté creciendo, sino que todos los sectores están yendo hacia la tecnología. La famosa digitalización es eso, y una parte del crecimiento viene de ahí, de por ejemplo, la cadena de zapatos que está convirtiéndose en un ecommerce. El despacho de abogados que traslada todo su archivo en la nube. Las administraciones ofreciendo sus servicios a la ciudadanía en internet. O las grandes agencias de medios que se transforman en agencias digitales, por poner unos ejemplos.
Visto desde este prisma, no es difícil ver que toda esta actividad sea capaz de generar empleo en ciertas disciplinas que antes no existía. Y me atrevería a decir, que esto no ha hecho más que empezar.
Gigante. Hace tiempo que se habla de la escasez de perfiles de tecnología en Europa, que no se llegan a cubrir plazas para estas posiciones. Ahora también pasa más allá de tecnología, cuesta encontrar perfiles de ecommerce, SEO, MarTech, UX… y cada vez habrá más demanda. El futuro está aquí, en estos sectores, que poco a poco reemplazarán a otros sectores industriales para ocupar la centralidad.
Si lo que describimos es cierto, todavía el sector digital tiene empleabilidad para el futuro, al menos los próximos 10 o 20 años.
A nivel salarial es donde más se ve reflejada esta tensión entre oferta y demanda. La escasez ha empujado para arriba los sueldos. Perfiles de cuatro años se consideran senior en este sector. Y se pagan acorde a ello.
En nuestra guía salarial que elaboramos cada año, podemos verlo. El sueldo medio del sector digital es prácticamente el doble del sueldo medio español. Vemos profesionales apenas llegando al mercado laboral que aspiran – y consiguen – sueldos por encima de los 25.000 euros.
Se podría llegar a ver así, sí. La falta de consolidación en las categorías profesionales como un factor de incertidumbre.
Pero otra característica interesante del sector es que los profesionales también muestran este dinamismo, esa capacidad de adaptación. Alguien con un buen perfil de marketing digital es capaz de adaptarse y pivotar hacia una dirección u otra según el mercado lo requiera. Puede especializarse en SEO, o quizá puede especializarse en Amazon Ads, por poner un ejemplo.
Lo mismo para perfiles de UX, que podrían orientarse hacia la programación, hacia diseño puro o incluso marketing. Y así con casi todas las disciplinas. Cuando entras en el mercado del sector digital no es tan habitual hacerlo en un rol muy cerrado y con unas atribuciones muy específicas. Es más común hacerlo en un puesto que requiere de ti aprender de varias disciplinas. Con el tiempo, esa experiencia te servirá para ir en la dirección que te sientas más cómodo (la especialización), continuar siendo generalista, o ir probando dentro de tu categoría laboral.
De esta manera, el ecosistema digamos que se mueve al unísono en su “no-estabilidad”, con el mercado evolucionando y los profesionales con él.
Hace casi dos décadas que es difícil encontrar programadores, a pesar de que hay más que nunca. Y en todas las áreas pasa algo similar.
Por otro lado, en Prosperity hemos notado un aumento grande en la demanda de perfiles no tan puramente técnicos en otras áreas como el marketing digital y todas sus ramificaciones (SEO, PPC, Redes Sociales, Automatización, Email Marketing, etc); el diseño UX/UI, que son los profesionales encargados de pensar en la experiencia de usuario y como crear interfaces que sean a la vez fáciles de usar y sirvan al negocio eficazmente; o perfiles de producto, esos expertos con capacidades suficientes para llevar un producto adelante, y alinear las diferentes áreas del negocio para que la empresa en su conjunto se vea beneficiada.
Como soft skills son muy valorados esos perfiles capaces de trabajar de manera autónoma, sin demasiada dirección. Eso que a veces se conoce como "proactivos", aquel trabajador que no necesita motivación extra, y que consigue llevar a cabo sus proyectos y que genera una dinámica positiva en todo el equipo.
Finalmente, aunque sea un poco obvio, los idiomas son muy valorados. El inglés a la cabeza, pero idiomas que dan entrada a grandes mercados, como el francés, el italiano, o el alemán – si hablamos de España– son una ventaja ya que en el sector digital es normal para las empresas querer expandirse a otros mercados más allá del español. Y el inglés es la lingua franca en las oficinas ya que una gran parte del equipo es internacional, así que es un prerrequisito.
No está claro, aunque a corto plazo, los próximos cinco o diez años, más bien un impacto menor.
Desde que a finales del año pasado las grandes empresas tecnológicas empezaron a despedir a un gran número de sus empleados, el entusiasmo por ese futuro en el metaverso debía traer ha dejado paso al entusiasmo por la inteligencia artificial.
El metaverso ha pasado a un segundo plano, y al ser un proyecto liderado por Meta principalmente, y en particular por la visión de Mark Zuckerberg, depende en gran medida de él en persona. En este sentido, parece que él mismo ha decidido enfocar sus esfuerzos hacia otra dirección, en hacer de Meta una compañía eficiente otra vez. Así que, no le veo a corto plazo un motor cambio al metaverso, y menos a nivel laboral.
Las ha generado en notables cantidades hasta ahora, especialmente en cuanto a programación. En 2022 hubo un parón en cuanto a su repercusión, por las fallidas de unos cuantos exchanges, y por supuesto el escándalo FTX, que ha supuesto un duro revés a todo el universo crypto que está viviendo un invierno que probablemente no dure más allá del 2023.
Aquí creo que debemos ser cautos. Es cierto que los avances han sido espectaculares, pero todavía falta un punto de madurez en el mercado para poder asimilar estos avances y realmente encontrar las aplicabilidades que hagan que muchos empleos no sean necesarios.
Cada tres meses hay una nueva versión de ChatGPT por ejemplo, que se dice es exponencialmente superior a la anterior. Y con la anterior ya se decía que millones de trabajos desaparecerían, pero ha habido tiempo para ello que ChatGPT 4 ha desbancado a ChatGPT 3 de tal manera que lo que se decía hace tres meses hay que revisarlo.
Creo que la inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés) es un game changer, pero estamos viviendo una sobreexposición de ejemplos todavía anecdóticos de lo que se puede llegar a hacer con la AI. La curva de cambio no creo que sea tan acelerada como parece, y como sociedad iremos asimilando la AI en nuestras vidas como anteriormente ha pasado con los smartphones por ejemplo. Por lo general, soy optimista en el sentido que traerá más productividad y generará nuevas oportunidades, más que eliminar millones de trabajos de un año a otro.
Unas posibilidades enormes. Además del modelo de trabajo híbrido, que ya es una realidad en el sector digital, y el trabajo 100% en remoto, la siguiente frontera es el trabajo asíncrono en las organizaciones.
Una manera de trabajar con máxima eficiencia y sin necesidad de presencialidad en ningún momento. Para ello ayudarán mucho las herramientas de project management, el desarrollo de la nube para todas las industrias, las herramientas de comunicación interna entre empleados y clientes, etc. No es fácil trasladar todo lo que pasa en la oficina a un entorno 100% digital, pero será el futuro para muchas empresas de lo que se llama la "economía del conocimiento".
Para empresas nacidas en la presencialidad no es fácil pasar al trabajo asíncrono y no presencial, pero para las nacidas "en remoto" digamos, es una oportunidad increíble de aprovechar el talento de cualquier parte del mundo.