Los españoles, entre los conductores más dispuestos a comprar coches de marcas chinas
MotorDirigentes Digital
| 06 mar 2024
El Observatorio Cetelem publica el Estudio Europa de Automoción 2024, titulado ‘Los conductores, bajo una niebla de dudas’, en el que analiza el sector motor en 11 países europeos (Alemania, Austria, Bélgica, España, Francia, Italia, Noruega, Países Bajos, Polonia, Reino Unido y Portugal), así como en China, Estados Unidos, Japón, México y Turquía.
De acuerdo con el estudio, los conductores se encuentran ante un mar de dudas a la hora de decidir qué coche comprar. Para un 65% de los españoles encuestados se trata de una decisión difícil, situándose cinco puntos por encima de la media europea, del 60%. El país más optimista es China, con un 74% de los encuestados que considera que es una decisión sencilla y un 26% que cree lo contrario.
Preguntados sobre si creen que el coche eléctrico reemplazará completamente a los de combustión térmica, la mitad de los europeos considera que sí, porcentaje que aumenta hasta el 54% en el total de los 16 países analizados. España es, junto con Reino Unido, el país más optimista al respecto, con un 57% de los conductores que consideran que los coches de combustión térmica serán sustituidos completamente por los eléctricos. México (71%) y Turquía (78%), son los países que presentan resultados más altos sobre esta cuestión, en oposición a Austria (35%) y Francia (38%), que son los que menos.
De entre los que afirman que los coches eléctricos sustituirán a los de combustión, un 42% de los españoles considera que esto se producirá en un plazo de más de 15 años, frente al 47% de la media europea y el 41% de la media mundial. Otro 39% cree que esto se producirá en un periodo entre 6 y 15 años, mismo porcentaje que la media europea y tres puntos menos que la mundial; y un 19% considera que se producirá en cinco años, frente al 14% de la media europea y el 17% de la mundial.
A la pregunta sobre cuáles son los principales impedimentos o dudas a la hora de adquirir un vehículo, observamos que el mayor impedimento es el elevado coste del combustible o electricidad, con un 39% de las respuestas en Europa y un 40% a nivel mundial.
El aumento de precio como consecuencia del descenso de poder adquisitivo es la segunda de las menciones, con un 34% tanto a nivel europeo como mundial. El coste de mantenimiento, con un 34% en Europa y 35% a nivel mundial; las restricciones de circulación (24% y 23% respectivamente) y la posibilidad de que no se pueda revender en el futuro (19% y 18% respectivamente).
En este sentido, un 46% de los conductores europeos encuestados considera que la industria del automóvil debería ofrecer vehículos más baratos. Asimismo, un 31% considera que también han de garantizar que estos dispondrán de la energía necesaria en el futuro; y otro 27% cree también han de garantizar que el vehículo que venden pueda circular en un futuro.
La incertidumbre ante las políticas ambientales aplicadas en cada región, así como las restricciones de circulación, son algunas de las razones por las que algunos conductores que quieren comprar un vehículo nuevo no lo harán en los próximos 12 meses. Así, un 19% de los europeos no sabe qué coche comprar, frente al 20% de la media mundial; y otro 11% afirma que prefiere esperar a conocer cuál será la nueva normativa de circulación, porcentaje que aumenta al 13% a nivel mundial.
Respecto a la prohibición en algunos países de la venta de vehículos térmicos en 10 o 15 años para reducir la contaminación del aire, todavía se aprecian ciertas reticencias y escepticismo sobre la aplicación de estas medidas. Así, un 80% de los europeos considera que es una medida injusta para los hogares que no pueden revender su coche de motor de combustión; otro 71% considera que el plazo es demasiado corto; y un 62% incluso considera que es una medida irrealista y sin futuro y que, por tanto, será anulada. Quienes consideran que se trata de una medida necesaria (57%) o que es una medida insuficiente para luchar contra la contaminación (58%), son minoría.
El 46% de los conductores europeos afirman saber de la existencia de ayudas para sustituir su coche térmico por uno eléctrico en su país. Respecto a estas ayudas, el 76% considera que son indispensables para ayudar a los conductores.
Sin embargo, también manifiestan la dificultad existente para dar con ellas. Así, un 75% cree que son complicadas y confusas; un 74% considera que están reservadas a casos particulares, pero no a la totalidad de los conductores; y un 72% afirma que no son conocidas y no hay suficiente comunicación sobre estas.
Cerca de 8 de cada 10 europeos considera que las ayudas públicas a los vehículos eléctricos se van a mantener o van a aumentar. En el caso de España, un 37% piensa que aumentarán, frente al 53% que considera que se mantendrán estables y un 10% que cree que se reducirán.
En los últimos años el sector automovilístico ha experimentado el auge de los vehículos de marca china. Sin embargo, estos todavía se sitúan en la cola en intención de compra, siendo el porcentaje del 34% a nivel europeo y del 38% a nivel mundial.
En el caso de España, un 42% de los conductores estaría dispuesto a comprar un coche de marca china, por encima de la media europea y mundial. Sin embargo, las marcas europeas son las que más intención de compra muestran, con un 93%. Le siguen los vehículos americanos (66%), japoneses (77%) y coreanos (59%). España es de los países de Europa que mayor intención de comprar marchas chinas muestra.
Los análisis económicos y de marketing, así como las previsiones, se llevaron a cabo en colaboración con la empresa de investigación y consultoría C-Ways.
Las encuestas cuantitativas a consumidores fueron realizadas por Harris Interactive del 28 de junio al 17 de julio de 2023 en 16 países: Austria, Bélgica, China, Francia, Alemania, Italia, Japón, México, Países Bajos, Noruega, Polonia, Portugal, España, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos.
Un total de 15.000 encuestas realizadas online (método CAWI, 3.000 en Francia y 800 en cada uno de los demás países) a población entre 18 y 65 años, siendo muestras representativas a nivel nacional de cada país. La representatividad de la muestra está garantizada por el método de cuotas (sexo, edad).