La hostelería y el turismo acaparan la atención de los medios y las administraciones públicas por su nefasta situación a causa de la pandemia. No obstante, antes de viajar, los ciudadanos que eligen su propio coche para desplazarse tienen que pasar por las estaciones de servicio. Ni las restricciones a la movilidad, ni la crisis […]
EnergíaDirigentes Digital
| 23 feb 2021
La hostelería y el turismo acaparan la atención de los medios y las administraciones públicas por su nefasta situación a causa de la pandemia. No obstante, antes de viajar, los ciudadanos que eligen su propio coche para desplazarse tienen que pasar por las estaciones de servicio. Ni las restricciones a la movilidad, ni la crisis económica ni el impulso del teletrabajo están facilitando la supervivencia de las gasolineras, pero el deseado fin de la pandemia sostiene sus esperanzas.
Durante el año pasado, la demanda de productos petrolíferos cayó casi un 25%, según el principal operador de productos refinados en España, CLH. De ese modo, la demanda de gasolina protagonizó el principal descenso, con un 22,5%, seguida del gasóleo de automoción, que se redujo en un 18,4%. De ese modo, los carburantes de automoción sufrieron una reducción del 19,3% en todo el año.
En esas circunstancias, hay quienes no se dejan vencer por el pesimismo: “Un empresario tiene que ser optimista por sistema”, cuenta a DIRIGENTES Marcos Moure. El Grupo Moure opera la cadena de combustibles de bajo coste Autonetoil, así como otras enseñas relacionadas con el sector, como Elefante Azul, enfocada al lavado a presión de vehículos.
Desde ese punto de vista, el fundador de este holding cree que en cuanto la pandemia quede a un lado, su sector podrá recuperarse. “Las ventas de las estaciones de servicio cayeron un 90% durante el confinamiento”, reconoce Moure. No obstante, sus buenos augurios se basan en que el verano dio un importante respiro y la situación sanitaria mejora poco a poco.
“Desde finales de enero notamos que va aumentando el consumo y la movilidad”, comenta Moure, quien reconoce que “han sido meses duros pero también hemos visto la resiliencia de la emrpesa”. En ese sentido, está previsto que continúe su expansión durante los próximos meses. No obstante, reitera que la salud de su sector seguirá ligado al control del virus.
“Necesitamos que la gente se mueva, que salgan a la playa, a comer fuera, a la montaña, a comprar y a salir fuera”, reflexiona Moure. Por eso, cree que puede producirse una nueva “explosión económica” si la situación mejora en verano: “Vivimos una situación en verano que fue una explosión económica porque la gente sale y tiene ganas. Hay gente que le va peor, mejor y quienes han ahorrado durante estos meses. No todo tiene que ser negativo”.
Las marcas del grupo son complementarias, es decir, tiene sentido que en un mismo espacio puedan encontrarse una estación de servicio y un lavadero de coches. En 2011, cuando se hizo el primer lanzamiento bajo el modelo low cost se enfrentaba a un mercado asentado, si bien su puso una disrupción. “No era la imagen de las gasolineras tradicionales”, reconoce su fundador.
Su distintivo con respecto a otras marcas competidoras es el mantenimiento del personal, de manera que “siempre hay atención a los clientes” y se proporciona un modelo híbrido. Eso supone que los márgenes son inferiores, dado que el coste del personal representa una desventaja. Con todo, Moure explica que “la clave del negocio es ser muy efectivos en los costes”, sobre todo en lo que refiere a la compra del combustible.
Asimismo, aprovecha para desterrar el mito de que el combustible low cost es peor que el de otras gasolineras. “El carburante es el mismo para todas las estaciones de servicio de España”, defiende. Por lo tanto, el quid está en poder conseguir el mejor precio posible de los proveedores para que al venderlo se ensanchen los márgenes.