Seis preguntas cruciales para combatir los baches del mercado en 2016

1. ¿Marcó 2015 el nivel máximo del ciclo para los activos de riesgo?

Un tajante ‘No’ es la respuesta de la firma, que se mantiene sobreponderada en renta variable de cara a 2016. Reconocen el temor ante siete años alcistas en Wall Street, la mejor racha desde la Segunda Guerra Mundial, sin que se haya visto interrumpido por una caída superior al 20%. Sin embargo, aseguran que "los repuntes de los activos de riesgo no suelen terminar sin motivo y actualmente no parece que esté presente ninguno de los catalizadores tradicionales para un mercado bajista".

Entre otros factores que deberían darse para ello, aunque ellos los ven más como riesgos de cola, sitúan una nueva recesión económica, una recesión en los benficios empresariales, subidas agresivas de los bancos centrales o valoraciones propias de una burbuja. Así, y de cara a 2016, se mantienen sobreponderados en renta variable, con especial énfasis en los mercados de la Zona Euro y Japón.

2. ¿Dónde nos encontramos en materia de política monetaria?

En general, desde UBS consideran que los bancos centrales "probablemente pequen de laxitud monetaria en 2016".

Su escenario central contempla que la Reserva Federal (Fed) incremente sus tasas de interés hasta el 1,25%-1,50% para finales de 2016, y que el Banco Central Europeo (BCE) extienda su programa de expansión como así ha ocurrido ya, mientras que el Banco de Inglaterra comenzará a subir sus tasas de interés en mayo de 2016.

"No obstante, todas las lecciones de 2015 sugieren que conviene ser cauteloso con estas previsiones", advierten, explicando que los inversores deberían prepararse para otro año de posibles sorpresas en esta materia, "dado que las presiones deflacionistas siguen vigentes y que apenas hay señales de una inflación salarial significativa, también sería de esperar que la política monetaria peque de laxitud en caso de duda".

3. ¿Puede China controlar su desaceleración?

Desde UBS consideran que el gigante asiático no puede detener una desaceleración, pero sí debería evitar una grave crisis. Entre los principales problemas de la economía destacan el nivel de apalancamiento con un crecimiento que depende excesivamente del crédito. "El ratio crédito-PIB se ha disparado hasta cerca de un 250% en 2015, desde alrededor del 150% en 2008, y actualmente estimamos que en torno a un 14% del PIB total se destina al pago de intereses a los acreedores", recuerdan.

Aún así, consideran que las autoridades podrán lidiar con la situación. Habrá desaceleración en China, pero no una desestabilización del panorama global para los activos de riesgo.

4. ¿Están cerca de tocar fondo los mercados emergentes y las materias primas?

Que 2016 marque un auténtico punto de inflexión en este sentido depende, a juicio de los expertos, de varios factores. Entre ellos, apuntan a la posibilidad de que China consiga evitar un aterrizaje brusco, así como un repunte en los resultados empresariales de los mercados emergentes, que se han contraído un 26% desde 2011 en dólares y un 2% en moneda local.

Los expertos también apuntan al impacto de la Fed en estos mercados. "La rápida acumulación de deuda ha hecho que las empresas de los mercados emergentes sean más vulnerables a las subidas de tasas en EE.UU. El Fondo Monetario Internacional calcula que esa carga de intereses ha aumentado hasta los USD 18.000 millones, una cifra cuatro veces superior al nivel de 2004", recuerdan los expertos, que han mejorado su perspectiva para materias primas y emergentes de cara al próximo año.

5. ¿Regresará la inflación en 2016?

El desapalancamiento de los bancos, el desplome de las materias primas, los cambios tecnológicos, el exceso de oferta, el estancamiento secular… Sea cual sea la razón, a pesar de los esfuerzos de los bancos centrales, la inflación ha estado ausente desde la crisis financiera. Bajo este escenario, desde UBS consideran que la inflación posiblemente volverá a niveles más normales, en especial cuando los precios del petróleo detengan su descenso. En general, prevén que en 2016 la inflación suba hasta el 1,6% (desde el 0,2%) en EEUU y hasta el 1% (desde el 0,1%) en la zona euro.

Pero cuidado. Los expertos advierten que lo que podría resultar más problemático para los mercados no es una subida de la inflación impulsada por la energía, sino una derivada de las subidas salariales. Es probable que esta situación se produzca en EEUU o el Reino Unido, donde las tasas de desempleo son suficientemente bajas como para que los trabajadores comiencen a exigir sueldos más altos. Si esto ocurre, los bancos centrales tomarían nota y los mercados tendrían motivos para preocuparse por las perspectivas de los márgenes empresariales.

6 ¿Afectará la política a los mercados?

Elecciones presidenciales en EEUU, salida del Reino Unido de la UE, crisis migratoria en la UE y crisis económica en los mercados emergentes. Citas políticas clave para los inversores el próximo año. Para UBS, habrá varios factores que podrían causar volatilidad, sin llegar aún así a tener un impacto duradero en los mercados. Entre otros, destacan la pérdida de influencia de los políticos que defienden las corrientes mayoritarias, y que podría retrasar el ritmo de las reformas necesarias para estimular el crecimiento. Otras cuestiones como la inmigración, la seguridad antiterrorista o la preocupación por el final de la Abenomía también podrían generar problemas puntuales en el mercado.
 

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