El comienzo de un nuevo año es para muchas personas el momento escogido para emprender retos distintos, y apuntarse al gimnasio es uno de ellos. Sin embargo, hoy día la oferta es tan amplia que muchas veces decantarse por un centro deportivo u otro puede convertirse en un auténtico quebradero de cabeza.
¿Cercanía a tu casa o centro de trabajo?
Una de las primeras cosas que debes plantearte es en qué momento del día vas a ir al gimnasio. Si estás trabajando y tienes una jornada completa de mañana y tarde, tal vez debas mirar instalaciones cercanas a la oficina, ya que llegar a casa después del trabajo y a continuación al gimnasio puede ser un claro inhibidor de la motivación que al principio te hará falta.
En cualquiera de los dos casos, lo ideal es que te resulte cómodo llegar y si vas en coche tendrás que ver las opciones de aparcamiento que hay. Deberás pensar si vas vestido con el equipo deportivo o te cambias en el vestuario. En este caso será necesario que lleves una bolsa de deporte con todo lo necesario y deberás varolarlo.
¿Debo confiar en los centros demasiado baratos?
Actualmente hay muchos gimnasios y cada cual con precios diferentes. Es importante ver qué nos ofrece cada tarifa. Las hay solo de mañana o de tarde. Y tendremos que analizar qué uso le vamos a dar, si vamos a ir a clases colectivas o sólo tenemos intención de utilizar la sala de máquinas, en cuyo caso será importante saber si hay instructores que nos asesoren. Todo esto puede hacer que el precio varíe. Muchos ofrecen la posibilidad de pagar mensual, trimestral o anualmente, siendo esta última la opción más económica, pero la que conlleva más riesgos pues en un año nuestra vida puede cambiar en muchos aspectos.
Lo normal es que al inscribirnos paguemos una matrícula y la mensualidad correspondiente o lo que hayamos pactado. En algunos casos tienen ofertas dependiendo de las fechas y no es necesario abonar la matrícula. Infórmate bien.
¿Están obligados a enseñarme el gimnasio?
Es lo habitual. Te deben enseñar todas las instalaciones, las distintas plantas que tienen, los vestuarios y todos aquellos lugares que componen el centro, así como informarte detalladamente de lo que se hace en cada parte.
¿A qué actividades me apunto?
Esto dependerá de tus gustos y objetivos. Si no lo tienes claro en el gimnasio te pueden asesorar. Lo ideal es hacer de todo e ir probando con calma y sin prisa. En las clases colectivas lo más seguro es que ya haya un nivel por lo que no debes desesperar si las primeras semanas sientes que te pierdes y no aguantas el ritmo de los más veteranos. Es lógico. Poco a poco irás aprendiendo. Si decides ir por libre lo mejor es que los instructores te vayan indicando circuitos que te conviene ir haciendo en la sala de máquinas y musculación. Lo importante es que no te desanimes si ves que al principio te cuesta, es lo normal.
¿Qué otras cosas debo tener en cuenta?
Hoy en día muchos gimnasios tienen aplicaciones específicas donde puedes registrar tu actividad y controlar las calorías que vas quemando y tu evolución. Constituyen un buen acicate para continuar con tu entrenamiento y ser constante. En otros casos, te ofrecen asesoramiento nutricional, lo cual puede venirte bien si estás pensando en adelgazar o simplemente quieres alimentarte mejor. Todos estos servicios repercutirán como es evidente en el precio.
Por último, deberás firmar un documento donde se especifiquen todas las características de los servicios contratados y el coste de los mismos.
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