¿Son realistas las previsiones de rentabilidad?

A raíz de dos informes de investigación publicados recientemente, se ha suscitado la cuestión de si resulta posible que la renta variable y las inversiones inmobiliarias generan estructuralmente rentabilidades superiores a las del crecimiento económico subyacente. Aunque, de hecho, sea así, las rentabilidades futuras pueden no ser tan generosas como en el pasado, según Daalder, Director de Inversión de Robeco Investment Solutions. El primero de estos informes de investigación, titulado ‘The Return Expectations of Institutional Investors’ (Las previsiones de rentabilidad de los inversores institucionales), se centraba en las previsiones a largo plazo de 230 fondos de pensiones estadounidenses.  Según este estudio, su rentabilidad nominal media previsible es del 7,6%, lo que se traduce en una rentabilidad real del 4,8%. Estas cifras se basan en las rentabilidades nominales medias a largo plazo previstas para los activos líquidos (3,2%), renta fija (4,9%), inversiones inmobiliarias (7,7%), hedge funds (6,9%), valores cotizados en bolsa (8,7%) y fondos de capital inversión o «private equity» (10,3%). Bastante ambiciosas “Estas previsiones resultan bastante ambiciosas teniendo en cuenta que, históricamente, los datos de la OCDE muestran que la rentabilidad anual media materializada por estos proveedores de pensiones estadounidenses entre 2006 y 2016 fue del 1,5% en términos nominales y del -0,3% en términos reales”, afirma Daalder. “Y eso teniendo en cuenta que la rentabilidad media total del S&P 500 alcanzó el 6,9% en ese período” “Ante la continuada disminución de la productividad que venimos registrando en las últimas décadas, así como la popularidad de la corriente de pensamiento del estancamiento secular, surge la pregunta de cuán realistas son en efecto las previsiones de rentabilidad de las partes de sus carteras que presentan más riesgo”, plantea Daalder. “A título comparativo, las previsiones propias de Robeco sobre la rentabilidad nominal a largo plazo (manteniéndose la situación) de las inversiones en renta variable son del 7%, y las de renta fija, del 4,25%. Por lo tanto, el 7,6% de rentabilidad a largo plazo que prevén estos fondos refleja una visión más que optimista del mundo. Aun sin tener en cuenta la corrección sufrida por el mercado de valores a principios de febrero, los rendimientos de los últimos tiempos claramente no son compatibles con este tipo de previsiones de rentabilidad.” La relación con el crecimiento económico Daalder se plantea entonces la cuestión de si existe una relación directa entre el crecimiento económico y la rentabilidad de los activos, a resultas de la cual estas previsiones pudieran resultar más fiables. Según él, la respuesta podría estar en parte en el segundo informe de investigación, titulado ‘The rate of return on everything, 1870-2015’ (La tasa de rentabilidad de todo, 1870-2015). En este estudio, los autores examinan la trayectoria histórica de las rentabilidades nominales y reales en 16 naciones desarrolladas desde 1870. “La perspectiva que ofrece este estudio es muy clara: con la excepción de las dos décadas marcadas por las guerras mundiales, las rentabilidades se han mantenido claramente por encima de los índices subyacentes de crecimiento real, en los 16 países analizados”, apunta Daalder. “La tasa media de crecimiento real durante este periodo fue del 3,1%, mientras que la rentabilidad de la cartera diversificada fue del 5,9%. Pero esto tiene trampa.” “Si analizamos la composición de la cartera utilizada como referencia, resulta evidente que toda esta rentabilidad ‘superior’ proviene de los activos de riesgo: el rendimiento de los activos líquidos (1,3%) y los títulos de renta fija (2,5%), de media, se situaron por debajo del crecimiento de la economía real, mientras que los de la renta variable (7,0%) y las inversiones inmobiliarias (6,7%) lo superaron.” “A tenor de estas rentabilidades históricas, la rentabilidad real del 4,8% que asumen esos fondos de pensiones puede que no resulte tan exagerada, después de todo. Sin embargo, estos resultados suscitan diversas preguntas, sobre todo acerca de cómo es posible que la rentabilidad de los activos de riesgo supere estructuralmente al crecimiento.”

hemeroteca

Add a comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *