Sopa de letras en los acuerdos de libre comercio

TTIP, CETA y TPP. Esta amalgama de letras son las siglas de los nuevos tratados de libre comercio o TLC (por continuar con las siglas) que ahora preocupan a las principales potencias de todos los continentes.

Cada uno de estos acuerdos, reducido a una sucesión de siglas, no ha pasado desapercibido para nadie, debido a las controversias que cada uno de ellos han causado entre los países perjudicados, o favorecidos, por ellos.

TTIP

La última obsesión del presidente de los Estados Unidos, a día de hoy. Barack Obama se ha propuesto dejar la Casa Blanca con los deberes hechos en lo que a comercio exterior se refiere y para ello quiere firmar un acuerdo de libre comercio con los países de la Unión Europea (UE). ¿Pero cuál es el problema? El TTIP daría total libertad a multitud de compañías multinacionales estadounidenses muy fuertes en sus diferentes sectores para comercializar sus productos en la Unión Europea. El riesgo es que controlen el mercado europeo. No solo por tener una posición favorable a nivel de tecnología respecto a las empresas europeas en muchos aspectos. Otro de los grandes problemas sería la diferencia de precios debido a las divisas ofreciendo otra ventaja competitiva.

Un dólar por debajo del euro provoca que a Estados Unidos le interese vender a Europa y que a los ciudadanos europeos les compense comprar adquirir los productos de una compañía estadounidense. De esta manera las ventas de muchos sectores europeos como la tecnología se verían gravemente deterioradas en detrimento de un aumento de las importaciones norteamericanas a Europa.

Países del peso de Francia y Alemania en la Unión Europea se han mostrado en contra de lo que supondría firmar el acuerdo. Para Alemania el TTIP afectaría negativamente a "los servicios públicos, el principio de precaución, la protección de los trabajadores, y de los consumidores".

Las negociaciones están paradas y todavía parece difícil que se concrete la firma del TTIP a corto plazo, teniendo en cuenta que en países de la Unión Europea se han sucedido las manifestaciones de diferentes gremios de trabajadores para protestar contra del acuerdo de libre comercio entre Europa y Estados Unidos.

CETA

Se trata del acuerdo de libre comercio entre Canadá y la Unión Europea. Un calco del propuesto por Estados Unidos pero con sus matices. Las ventajas que se contemplan para ambos países en este acuerdo son más equitativas, al menos así lo ven los líderes europeos, en comparación con el TTIP. Las diferencias del precio de la divisa no serían preocupantes debido a la mejor posición en algunos sectores de Europa a la hora de negociar exportaciones.

Sin embargo, los problemas existen y las críticas se han hecho oír. El tratado con Canadá se acordó formalmente en 2014, pero desde entonces la oposición a la que ha hecho frente ha aplazado su puesta en marcha.

Entre los aspectos más controvertidos del CETA está el mecanismo de arbitraje entre Estados e inversores, una herramienta que, según los firmantes, puede afectar al sistema legal tanto a nivel europeo como de cada uno de los Estados miembros. De entrar en vigor el CETA grandes explotaciones agropecuarias expulsarían las granjas familiares y explotaciones agrícolas medianas que hoy abundan en Europa. Canadá perdió más de 160.000 explotaciones agrarias familiares por su acuerdo comercial con Estados Unidos. Europa las perdería por millones.

Por otro lado, el CETA reduciría la seguridad de los alimentos que vengan de Canadá a la Unión Europea. El CETA reduciría al mínimo las normas protectoras de alimentación segura y sana porque haría aceptar alimentos vegetales con pesticidas. La Comisión Europea prohibió insecticidas químicos con neonicotinoides (vinculados a la muerte de millones de abejas en el mundo, muy peligrosa para la humanidad), pero Canadá no. Además, las normas canadienses permiten que la carne de vaca y pollo se lave con agua con cloro, práctica prohibida en la UE. En Canadá se permite la ractopamina, fármaco que estimula el crecimiento del ganado y se inyecta a bueyes, cerdos y pavos. Esa droga está prohibida en 160 países (incluida la UE) por su peligroso impacto en la salud humana. Y así una larga lista que afecta a la seguridad alimentaria.

Además, el sector farmacéutico, muy potente en Canadá, se vería beneficiados por la venta de sus productos en Europa. El libre comercio a precios por debajo de los genéricos causaría que los laboratorios europeos se vieran en clara desventaja al no poder competir contra Canadá y sus productos importados a Europa.

TPP

Se trata del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica. Es un tratado de libre comercio multilateral que fue negociado en secreto durante cinco años, y que fue finalmente firmado por los gobiernos de los países negociadores en febrero de 2015. Ahora se está a la espera que los parlamentos de cada país aprueben el acuerdo.

Fuertemente promovido por Estados Unidos, el tratado involucra también a otros 11 países: Japón, Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei, Singapur, Vietnam, Canadá, y los latinoamericanos México, Perú y Chile. ¿Pero quiénes son los beneficiados en este acuerdo?

Los verdaderos beneficiados del TPP serán las grandes corporaciones que, en los tribunales internacionales, podrán demandar a los Estados, pero no viceversa. Además, otro aspecto que causa controversia es la forma en que se eligen los jueces, que no se puede conocer cómo votan y que no hay instancia de apelación.

Pero el mayor problema del TTP se encuentra en las grandes diferencias entre países que estarían incluidos en él. Países como Chile basan gran parte de su exportación en la industria extractiva, el TPP se traduce en nuevos mercados, concretamente eso implica más industria extractiva, más problemas de acceso agua, más degradación ambiental y deterioro de los territorios por su excesiva explotación para competir contra los países miembros del TTP.

En resumidas cuentas, para países como Chile, Perú, Vietnam, Singapur o Malasia el acuerdo supondría entrar a jugar en las grandes ligas con los recursos de un equipo de barrio. Sin embargo, países como Japón, Estados Unidos e incluso México, verían como se les abren nuevos mercados con los que comerciar libremente en posición muy ventajosa debido a los recursos de los que disponen.

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