Ambas compañías han anunciado que el CEO de Blue Coat Systems, Greg Clark, tomará las riendas de la empresa combinada y se unirá a la junta directiva de Symantec después de que el acuerdo se cierre en el tercer trimestre del año. En total, Symantec desembolsará 4.650 millones de dólares en efectivo.
Según informa Bloomberg, Blue Coat cuenta con 15.000 clientes en todo el mundo y obtuvo en su último año fiscal unos ingresos de unos 600 millones de dólares, con un crecimiento del 17%.
Con esta compra, Symantec quiere recuperar impulso en el mercado de la ciberseguridad, de tan rápido crecimiento. El mayor desarrollador de software de seguridad ha reducido su pronóstico de ventas e ingresos en el mes de abril (las ventas cayeron en 2015 un 2% y las acciones cayeron cerca de un 27% el año pasado), y ahora busca reinventarse para una industria que poco tiene que ver con la que era cuando se convirtió Symantec se convirtió en una empresa pionera de la seguridad. Symantec ya ha visto cómo algunos de sus rivales, más jóvenes que ella, le han ido sobrepasando. Hace solo unas semanas, la empresa anunció que despediría a 1.200 personas, el 10% de su fuerza laboral. Con la operación, Symantec espera aumentar sus ahorros anuales, que ya fijó en 400 millones anuales, y que ahora podrían crecer hasta los 550.
"Con la adquisición de Blue Coat, Symantec mejorará su posición de liderazgo para definir el futuro de la ciberseguridad y el ritmo de la innovación en la industria", declaró sobre la compra el presidente de Symantec, Dan Schulman. Para ellos, la compra de Blue Coat les permitirá ser más competitivos en diversas áreas, como la protección del consumidor en la nube o la realización de análisis forense digital para cazar a los hackers.
Al parecer, Symantec ya intentó hacerse con su rival FireEye a principios de año, pero las conversaciones se rompieron debido a las dudas sobre el crecimiento de ésta, que, como Symantec, lucha por mantener la competitividad mientras recorta sus previsiones de ingresos.
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