Los ciberataques a particulares han aumentado exponencialmente en los últimos años, aprovechando la consolidación del teletrabajo y la aceleración de la digitalización provocada por la pandemia de Covid-19. Cada día son más los ciudadanos que están expuestos a nuevos tipos de ataques cibernéticos, ya que, aunque es indudable que las empresas están tratando de aumentar […]
Dirigentes Digital
| 04 abr 2023
Los ciberataques a particulares han aumentado exponencialmente en los últimos años, aprovechando la consolidación del teletrabajo y la aceleración de la digitalización provocada por la pandemia de Covid-19. Cada día son más los ciudadanos que están expuestos a nuevos tipos de ataques cibernéticos, ya que, aunque es indudable que las empresas están tratando de aumentar la seguridad web, los ciberdelincuentes no dejan de innovar para tratar de engañar a los usuarios de múltiples formas. Los malwares, el phishing y el ransomware son los ciberataques más habituales.
Muchos ciberataques no requieren que los usuarios descarguen nada para ser efectivos. Basta con navegar por la página web equivocada e introducir los datos personales y bancarios para que un ciberdelincuente robe la información o infecte el dispositivo con un malware. Afortunadamente, hay varias señales que ayudan a saber si la web es segura antes de compartir cualquier tipo de información para evitar caer en la trampa de los ciberdelincuentes.
Hoy en día, la mayoría de las URL de las páginas web comienzan por HTTPS (Hypertext Transfer Protocol Secure), que es un protocolo que cifra todos los datos introducidos en el dispositivo del usuario para enviarlos de forma segura a la página web con la que está interactuando. También cifra los datos que van del sitio web al navegador. Esto se consigue añadiendo capas de seguridad, principalmente un certificado SSL (Secure Sockets Layer), al HTTP original para cifrar cualquier información que se transfiera de un usuario a una página web. De esta forma, el primer paso para saber si una página web es segura es comprobar que tenga la certificación SSL. Para ello, los usuarios deben buscar un símbolo de un candado al lado de la URL, que debe comenzar con HTTPS.
Una de las formas que tienen los ciberdelincuentes de engañar a los usuarios para que faciliten sus datos personales y bancarios es crear una réplica de una página web popular. Una vez que tienen la réplica, intentan que los usuarios accedan a la página web pensando que es la original e introduzcan sus datos de acceso. La información es enviada al ciberdelincuente y la página se actualiza automáticamente y envía al usuario a la página de inicio de sesión original, por lo que nunca se dan cuenta de lo que ha pasado. Para evitar este tipo de situaciones, los usuarios deben examinar atentamente la URL en busca de errores ortográficos, palabras adicionales u otras incoherencias. Al fin y al cabo, los ciberdelincuentes no pueden usar la URL original, de modo que este tipo de detalles pueden revelar que la página web es falsa.
Existen varias herramientas de seguridad que permiten realizar un análisis de vulnerabilidades para buscar virus u otras amenazas en las páginas web. Entre ellas, destaca VirusTotal. En esta página web, los usuarios pueden introducir la URL sospechosa para detectar malware y otras infracciones. Otra opción interesante es la herramienta whois de la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números (ICANN, por sus siglas en inglés), que brinda información sobre el propietario de la página web, dónde y cuándo se registró, entre otros datos importantes para saber si la web es segura.
