La irrupción del COVID-19 ha cambiado radicalmente el contexto económico y social en todo el mundo pero no deberíamos equivocarnos. De nuevo es ahora, en esta situación tan extrema, donde las ventajas de apostar por la innovación tecnológica, las nuevas infraestructuras en la nube y las soluciones de trabajo en remoto cobran más relevancia que […]
Dirigentes Digital
| 22 may 2020
La irrupción del COVID-19 ha cambiado radicalmente el contexto económico y social en todo el mundo pero no deberíamos equivocarnos. De nuevo es ahora, en esta situación tan extrema, donde las ventajas de apostar por la innovación tecnológica, las nuevas infraestructuras en la nube y las soluciones de trabajo en remoto cobran más relevancia que nunca como principales aliados de la Administración Pública y el tejido empresarial español para hacer frente a esta situación y dar respuesta a una necesidad tan básica como mantener su negocio en marcha y a sus empleados trabajando.
Y es que nadie puede tener ninguna duda de que el teletrabajo se ha convertido hoy en una pieza esencial para mantener los negocios en funcionamiento debido a las normas de obligado distanciamiento social que todos tenemos que respetar. De hecho, un estudio de IDC Research España de principios de 2020 estimaba que en 2023 el 30% de la fuerza laboral tendría su propia identidad de trabajo digital, portátil y segura. Una tendencia que, si ya estaba en marcha, sabemos que se está acelerando bruscamente ahora con la actual crisis sociosanitaria.
La realidad hoy es que las tecnologías en la nube y de escritorio virtual son más necesarias que nunca para que los empleados puedan trabajar en remoto de la misma forma que si estuvieran en la oficina. La alternativa es tener el negocio parado, con los trabajadores en casa sin poder desarrollar su labor o afrontando un ERTE hasta que todo vuelva lentamente a la normalidad.
Pero para conseguirlo no vale cualquier tecnología cloud. Tenemos que ser capaces de poner en funcionamiento las soluciones lo antes posible. En días incluso mejor que semanas. Y necesitamos una nube que ofrezca agilidad de implantación, total libertad de elección, flexibilidad, escalabilidad, seguridad y reducción de costes. Por decirlo de otra forma, necesitamos un modelo en la nube que podamos consumir de la misma forma que consumimos otros servicios de ocio como Netflix o Spotify, con un pago por subscripción, donde cada uno escoja aquello que le gusta, se pueda ir cuando quiera, no tenga que preocuparse por los costes de actualización o mantenimiento y se olvide de los problemas derivados de las posibles incompatibilidades con otras tecnologías o fabricantes que ya pueda tener instaladas.
Los casos concretos que muestran esta nueva realidad en la implantación de soluciones de trabajo en remoto en España son numerosos. Por ejemplo, una importante Administración Pública nacional acaba de confiar en Nutanix para implantar el teletrabajo en tiempo récord. Así, un proyecto de virtualización de escritorio que en principio iba a ser para 900 usuarios se ha planteado finalmente para 5.000, estando todos los puestos virtuales totalmente operativos en unas pocas semanas (3.000 de ellos en siete días desde el encargo del proyecto).
Otro claro ejemplo es el del sector bancario. Uno de los requisitos del Banco de España para que cualquier conversación que mantenga una entidad financiera con un cliente tenga validez jurídica es que esté grabada. Pues bien, algunas entidades se han empezado a dar cuenta de que con las soluciones que tenían era imposible hacer estas grabaciones cuando sus empleados estaban operando desde casa. Necesitaban nuevas tecnologías para que sus profesionales pudieran trabajar y no verse obligados a tener a parte de su fuerza de trabajo paralizada en casa.
En definitiva, estamos inaugurando una nueva era con la creación de un nuevo Cloud y unas nuevas infraestructuras tecnológicas en streaming que quieren responder a un hábito de consumo que hoy es, más que nunca, 100% tecnológico. Y no hay alternativa, no hay otra infraestructura tecnológica posible para cualquier institución pública o empresa privada que quiera sobrevivir en este nuevo mercado, ya que la actual ha dejado de ser válida.