“En los años 80 había muchas más mujeres en carreras tecnológicas que ahora”

A lo largo de la historia diversas mujeres han contribuido al desarrollo y a la innovación de la tecnología. Ejemplos muy representativos son Grace Murray Hopper, que ideó el primer lenguaje complejo de ordenador o Doña Angelita que fue la responsable de la primera enciclopedia mecánica. Y como ellas, miles de mujeres han aportado su granito de arena en un sector dominado por hombres. 

Pero en la actualidad solo el 11% de la totalidad de desarrolladores en el mundo tienen nombre de mujer, mientras que el porcentaje en España es aún más bajo, situándose en el 9,3%, según los datos de la consultora Pearson. 

Actualmente los esfuerzos pasan por visibilizar a la mujer en todas las áreas laborales, y sobre todo, en el sector tecnológico. Dos destacadas profesionales del ámbito digital, que están destinando su empeño a este objetivo común son Carolina Gómez y Sonia Casado. Sonia es Digital Transformation Project Manager en BLI SL y Carolina directora de eventos, consultora de marketing digital e ingeniera. 

Ambas compaginan su labor profesional y la pasión por la tecnología con el deseo de impulsar el peso de las mujeres en este sector. Un esfuerzo que se materializa en el evento Women in Mobile, una cita anual que reúne a referentes del panorama tecnológico internacional para hacer visible e impulsar el liderazgo femenino en este ámbito.

En el marco del Día Internacional de la Mujer, DIRIGENTES charla con Sonia y Carolina para conocer las conclusiones del evento, la posición femenina en el sector tecnológico, además de saber qué está fallando para que haya un porcentaje de matriculadas en carreras STEM tan bajo.

¿En qué posición sitúan a la mujer en el sector tecnológico?

Carolina Gómez

Carolina: Las estadísticas son variadas y van cambiando de país en país, pero en términos generales, las mujer viene a representar un 30% de las profesionales que trabajan en el sector tecnológico. Pero de ese porcentaje, solo la mitad ocupan puestos que realmente tienen base tecnológica en estas industrias y, de ahí, el 50% ocupan puestos de liderazgo.  

Las mujeres carecen de referentes en el sector y lo que hacemos desde Women in Mobile es dar visibilidad a las mujeres e intentar evitar que la sociedad siga cogiendo a los hombres como referentes. Eso produce diversos efectos: empezamos a imaginarnos a nosotras mismas en esas posiciones de liderazgo y vamos mostrándoles a las nuevas generaciones que las carreras STEM existen y que no les pasen desapercibidas.

Sonia: El número crece, aunque despacio. Vamos a tardar muchos años en lograr paridad, no solo en el sector, sino en posiciones de liderazgo.  

Hemos mejorado un poco. Pero en los años 80 había muchas más mujeres que hacían carreras tecnológicas que ahora, se han vuelto menos interesantes. Es tan resistente el muro que se desanima a muchas a tomar este camino. Creo que se produjo en los años 80 un boom de la tecnología, una primera revolución, que hizo atractiva la tecnología para la sociedad y muchas mujeres vieron ahí algo que les interesaba. Pero luego se les ha hecho muy difícil entrar en ese sector. Por otro lado, tiene mucha culpa la sociedad, la publicidad. En los 80 se empezó con la computación y todos los anuncios giraban en torno a los hombres. Lo que en un momento a las mujeres les parecía interesante dejó de serlo porque entendieron que no era para ellas.

Carolina: Lo que pasó es que en las grandes empresas como Microsoft o Apple toda su publicidad era masculina. Los ordenadores y toda la tecnología que estaba saliendo se le atribuía a los hombres y creo que esto ayudó mucho a que las mujeres se desinteresaran por este sector.

En relación al evento Women in Mobile, ¿de qué manera se impulsa el liderazgo de las mujeres en el sector de la tecnología con este evento?

Carolina: Este año hemos tenido más de 400 asistentes. Vienen muchísimas mujeres, pero también es un evento al que se suman cada vez más hombres. Realmente entendieron el impacto del machine learning y hablamos de Inteligencia Artificial y el público pudo entender qué hay detrás de esta tecnología. 

Sonia: Es nuestro evento insignia, pero además somos una asociación que promueve el avance profesional de la mujer en el sector tecnológico. Este evento responde a ese objetivo y a la necesidad de tener referentes en la sociedad. Las ponentes colaboran a que la participación de la mujer en los sectores tecnológicos se perciba cada vez con más normalidad. 

¿En las 6 ediciones que se han celebrado qué consideran que ha cambiado año a año? ¿Cómo notan a nivel práctico que hay más mujeres en áreas tecnológicas?

Sonia: Consideramos que tenemos un networking de calidad. Nosotros cuando buscamos sponsors hacemos una tarea de sensibilización en muchas organizaciones. Muchos te hablan de que tienen planes de desarrollo profesional para las mujeres, planes de diversidad e igualdad. Entramos en esta tarea “evangelizadora”, de cada vez más hablar de la necesidad de dar apoyo a estas asociaciones. Hay un movimiento de talento importante, hay muchas empresas que se nos acercan interesadas en conocer a las miembros de la organización.

También tenemos un programa de mentorazgo para finales de primavera, en el que acompañaremos a las mujeres. También work shows, unos talleres, en los que trabajamos con personas de la compañía para entender cuáles son los sesgos que a veces tenemos sin darnos cuenta y cómo podemos accionar desde nuestra posición para cambiar la sociedad. 

Carolina: Se nota que cada vez las empresas están más concienciadas de que tienen que incorporar talento femenino en su plantilla.

Sonia Casado

Una de las temáticas del evento fue el impacto del machine learning y la cuestión del sesgo. ¿A qué se debo esto último?

Sonia: Hablamos de machine learning y de sesgo, porque también estuvimos hablando de datos. El machine learning se alimenta de datos y si tus datos no están cuidados o no se han tratado adecuadamente, ese algoritmo te devuelve en el resultado un sesgo, arrastran la tendencia. 

Amazon diseñó un sistema para calificar a los candidatos a los puestos tecnológicos y se encontraron que al sistema “no le gustaban” las mujeres. Porque los datos que manejaban eran 10 años de CV masculinos y, por tanto, el sistema tenía una predilección por los hombres en estas posiciones. De ahí la importancia del dato y el sesgo. Si el algoritmo no está cuidado, devuelve el sesgo. 

¿Por qué aseguran que los datos son el combustible del futuro y cómo se puede detectar que están sesgados?

Sonia: Nosotros estamos continuamente dejando una estela de nuestros datos, en nuestra interacción con cualquier plataforma. Y de ahí se explotan. Los equipos que trabajan con los datos no son lo suficientemente diversos y no son conscientes de que trabajan con datos sesgados. Hay otro ejemplo de Google que descubrió que la publicidad sobre los empleos con salarios más altos se mostraba a los hombres y no a las mujeres. La tecnología es una copia exacta de las diferencias sociales ya existentes y el sesgo sigue presente.

¿Cómo notan que puede ser diferente el trabajo que puede hacer una mujer, de un hombre? Por ejemplo, cuando programa una mujer.

Sonia: En resultados de trabajo, puedo decir que la diferencia no está entre género sino entre personas. Cómo somos, nuestro carácter o nuestro pensamiento lógico. 

Hay estudios con argumentos científicos, para mi serían pseudocientíficos, que dicen que las mujeres tienen una forma concreta de operar por su cerebro y, por lo tanto, tienen una forma de producir diferente. Yo no creo en eso, creo que las personas son distintas, independientemente del género y que eso aporta porque un equipo diverso tiene más capacidad para atender a cuestiones de ética de datos. 

¿Cómo resumirían el aporte de la mujer en el sector de la tecnología?

Sonia: La diversidad nos hace mejores. Encontrar el cambio y que se produzca la igualdad es un juego de equipo. Eso significa que es una cosa de hombres y mujeres. Aportamos cosas diferentes todos, el de la mujer puede ser otro punto de vista. En una sociedad tan global, igual que es importante incorporar mujeres, también lo es contar con aquellas que procedan de culturas distintas.

Carolina: La mujer viene a ser un complemento. En definitiva, complementar a los equipos para que no haya sesgos.