DIRIGENTES entrevista a Carlos Hornstein, cofundador y CEO de niikiis
Isabel Garrido
| 31 may 2024
De padre suizo y madre francesa, Carlos Hornstein nació en Barcelona, donde vive en la actualidad. Tal y como explica, el emprendimiento lo lleva en el ADN, por lo que este detalle, unido a los caminos que ha ido tomando a lo largo de su trayectoria profesional, han dado como resultado niikiis. En su posición actual como CEO de la compañía trata de hacer crecer a las personas, un objetivo que extiende a todos los ámbitos de su vida.
La vida es un cúmulo de experiencias y unas llevan a otras; sin lugar a dudas el contexto familiar también tiene su grado de influencia. Acabé siendo ingeniero porque mi abuelo y mi padre lo eran; y probablemente mi ADN emprendedor lo he heredado de mi padre, quien lo fue toda su vida, reinventándose continuamente. Mi abuelo fue 100% corporativo llegando al Consejo de Ciba, una farmacéutica suiza. Siempre me han gustado los desafíos y uno me ha llevado a otro: en lugar de disfrutar unas merecidas vacaciones en la playa cuando cursaba ingeniería, decidí irme un verano a hacer prácticas en Alemania. Estando allí, me dieron la posibilidad de trabajar en mi proyecto final de carrera en lugar de hacerlo en Barcelona, y eso me llevó a aplicar al Siemens Graduate Program. En lugar de irme a Estados Unidos como el resto de compañeros, escogí Malasia para irme a vivir y trabajar allí un año en un pequeño pueblo pesquero, al otro lado de Kuala Lumpur.
Luego Siemens compró Westinghouse y levanté la mano para ser el primer expatriado en irse a Orlando y, una vez en Estados Unidos, decidí hacer un MBA en Atlanta y en lugar de irme a Florida con mis amigos del máster, organicé un viaje a Mali con un proyecto de desarrollo apoyado por la universidad y Coca-Cola. Ya de regreso en Barcelona, un compañero del máster me abrió las puertas al mundo de las escuelas de negocio, iniciando mi andadura en el IESE con el lanzamiento de un programa global para CEO en colaboración con Wharton. De allí fui a Nueva York, para luego acabar en Filadelfia en Wharton y luego en Londres con LBS, en ambos casos para hacer un turn-around del negocio, y de allí a Barcelona liderando la creación de una universidad online en Planeta. Y finalmente llegó niikiis como resultado de haber vivido en primera persona el reto de ser mánager.
Mi propósito en la vida es ayudar a crecer a las personas. Lo hago con mis hijos, lo he hecho en las empresas en las que he trabajado, y ahora, en niikiis, además ofreciendo un software que ayuda a mánagers a gestionar mejor a sus equipos. Y todo vino por casualidades de la vida: conocí al expresidente Jimmy Carter cuando estaba cursando mi MBA en Estados Unidos y él fue quien me animó a ir a Mali. Una vez allí me di cuenta de la importancia de la educación para el desarrollo de un país. En lugar de quedarme parado, montamos una fundación y en cinco años construimos cinco escuelas para apoyar la escolarización de 4.000 niños en Mali, fomentando el voluntariado.
Uno se da cuenta que la base de todo es la educación, tanto la que te dan en casa como en la escuela, y posteriormente la formación continua. Más allá de tener más o menos oportunidades según el contexto en donde uno esté, la inquietud de querer aprender, escuchar, equivocarse o experimentar debe ser transmitida desde la infancia. ¿Consejo? Buscar tiempo para reflexionar. Por cierto, el logo de niikiis simboliza el signo de pausa, como recordatorio de la necesidad de tomarse ese tiempo para pensar, aprender y compartir.
De la misma manera que el propósito en mi vida, es el resultado de vivencias pasadas unidas a un evento concreto que hace que todo tenga sentido. En mi caso surgió a los 35 años con mi viaje a Mali. La idea de montar niikiis es también el resultado de mi inquietud por enfocarme en el desarrollo de las personas dentro de una compañía; mi profesor del MBA Ed Hess lo dibujó bien claro en la pizarra con emojis: empleado feliz, atrae a cliente feliz y éste asegura la sostenibilidad del negocio. Es decir, todo empieza por las personas. Como mánager debes dedicarle tiempo a tu equipo, como padre a tus hijos, como tutor/mentor a quienes confían en ti, como amigo a quienes están a tu lado. A nivel laboral, dedicar tiempo a un colaborador significa darle feedback, escucharle, formarle… y para hacerlo de forma efectiva debemos facilitar el trabajo digitalizando y automatizando dichos procesos, para evitar tareas manuales, rutinarias y pérdidas de tiempo innecesarias (y errores).
Y por eso surgió niikiis, un software para facilitar el trabajo diario de las personas. Y fue estando en Londres, en 2018, cuando después de escuchar años y años quejarse a directivos y emprendedores que no había forma de gestionar bien los procesos de onboarding (1 de 4 personas deja su trabajo a los 30 días por un mal plan de incorporación) y que no sabían cómo mejorar el compromiso de sus trabajadores (a nivel global solo el 17% está comprometido y casi la mitad está activamente buscando trabajo). Y no lo hice solo, sino que conté con Bernat López, el “informático y emprendedor en serie” y Mireia Cuyàs, “ejecutiva de éxito”, quien inicialmente entró como inversora y acabó liderando el equipo de ventas, marketing y atención al cliente. Sin duda, la mejor decisión. Emprender en compañía es crucial; sin ellos, niikiis no sería lo que es. Aquí va mi agradecimiento de nuevo.
Si verdaderamente queremos centrarnos en dar la mejor experiencia a los colaboradores y mánagers, no podemos pedirles que usen ocho softwares diferentes para hacer su trabajo, que rellenen excels y formularios, que deban descargarse la información para sacar reportes, que no puedan acceder desde su móvil… y encima que deban cambiar sus procesos para que se ajusten a lo que estos softwares tienen preestablecidos. En niikiis hemos desarrollado un software que cubre todo el ciclo de vida de un empleado, es flexible (tanto a nivel de procesos como módulos a implantar) e intuitivo (accesible y operativo desde el móvil) y da superpoderes al mánager (quien gestiona verdaderamente a sus equipos).
El colaborador debe sentirse partícipe del negocio, de la empresa, formar parte de una comunidad, conocer los objetivos propios y organizacionales, saber cómo está desempeñando su trabajo, poder dar su opinión, sentirse escuchado, poder saber lo que se espera de él, recibir formación y tener al alcance las herramientas para desarrollar su trabajo, sentir que es una empresa moderna e innovadora, poder comunicarse con los suyos, poder formar a otros, poder acceder a información de forma inmediata, saber dónde debe estar y cuándo. Es un cúmulo de acciones, todo suma.
Nuestro foco son empresas que tienen la mayoría de sus trabajadores de primera línea (en inglés front-line o deskless). Es decir, que no están en la oficina y no tienen ordenador. Este tipo de trabajadores constituyen el 80% de la masa laboral mundial. En este tipo de empresas, la comunicación es esencial y dada la alta rotación, la eficiencia en todos los procesos relacionados con la contratación, formación, gestión documental o planificación de turnos es crucial.
Llevamos casi un año enfocándonos de forma específica en el sector hotelero donde vemos una gran necesidad de atraer talento e interés por fidelizar a sus colaboradores. Es un sector en donde el impacto del servicio de un trabajador sobre la experiencia de un cliente es muy alto. Nuestro objetivo es concienciar al hotelero de la importancia de centrarse en la experiencia de sus trabajado- res dado su alto impacto en la productividad y por ende competitividad del hotel.
En mi modo de ver, no importa el tamaño de una organización para digitalizar y automatizar sus procesos de gestión de personas. Si bien no hay datos estadísticos, es frecuente que empresas con menos de 50-80 empleados no tengan una persona de Recursos Humanos o alguien dedicada a esa función más allá de la puramente administrativa (gestión documental y nómina). Para el éxito de cualquier implantación tecnológica, es necesario tener abanderados que faciliten la adopción y despliegue de la misma; en el caso de empresas front-line es crucial que la iniciativa nazca de una necesidad operativa y que esté respaldada por Recursos Humanos y el departamento TIC.
Correcto, las personas hacen que las cosas ocurran. Sabiendo que más de la mitad de las personas dejan su trabajo por diferencias con su mánager, es evidente dónde hay que poner el foco. Hay que formar a estos cuadros intermedios y dotarles de herramientas para que puedan dedicar tiempo a sus equipos. Ellos saben muy bien que son pieza fundamental para transmitir la visión de la compañía a cada trabajador y hacerle partícipe de ella, mostrando los valores y fomentando la cultura organizativa.