El mundo está hoy más conectado que nunca, gracias al avance de la tecnología. En concreto, gracias a una conectividad sin fisuras, a tiempo real. A medida que nuestra transformación digital continúa su avance, seguimos construyendo una sociedad más cohesionada y conectada. Nuestros datos se comparten cada vez en más plataformas a través de centros […]
Dirigentes Digital
| 24 ene 2020
El mundo está hoy más conectado que nunca, gracias al avance de la tecnología. En concreto, gracias a una conectividad sin fisuras, a tiempo real. A medida que nuestra transformación digital continúa su avance, seguimos construyendo una sociedad más cohesionada y conectada. Nuestros datos se comparten cada vez en más plataformas a través de centros de datos, en la nube y en todo tipo de dispositivos gracias al internet de las cosas. Esta conectividad tiene una gran contrapartida: cuanto más conectados estamos, más vulnerables somos.
Si echamos la vista atrás un par de años, podemos hacernos una idea del terreno en ciber seguridad para el 2020. Dorit Doir, vicepresidente de productos de Check Point Software comparte las cinco principales tendencias en ciber seguridad para proteger nuestros datos.
Una nueva guerra fría, esta vez online, se desarrolla desde hace un tiempo entre los poderes del Oeste y los del Este, que cada vez más separan el desarrollo de su tecnología e inteligencia. La guerra comercial entre Estados Unidos y China es uno de los principales signos. Los ciber ataques continuarán produciéndose como avanzadillas en una guerra subsidiaria (proxy) entre países más pequeños,financiados por países más desarrollados que buscan consolidar y extender sus esferas de influencia. Es más, las empresas de servicios públicos y las infraestructuras críticas continuarán siendo un objetivo de ciber ataques.
Las elecciones de Estados Unidos en 2016 vieron crecer la IA con campañas de propaganda de fake news estratégicamente enfocadas a votantes indecisos en estados clave para decantar el sentido de la votación. Las campañas políticas en 2020 serán una versión más actualizada y depurada de lo que ocurrió hace cuatro años. Pero no todo es negativo, ya que las soluciones de seguridad cada vez más dejan de estar construidos sobre sistemas construidos por la lógica humana para pasar a una estructura puramente artificial que la hacen más robusta. La IA es capaz de acelerar el proceso de identificación y respuesta a una amenaza, lo que ayuda a contener la dispersión de un ataque. Por otra parte, los ciber criminales se aprovechan de estas tecnologías para encontrar fallos de seguridad y atacar en un descuido.
La conectividad crea nuevos escenarios de combate. En la primera mitad de 2019, vimos un incremento del 50% en malware de banca online, comparado al año anterior, lo que significa que nuestros datos de pago, las credenciales y nuestros depósitos pueden ser trasladados a hackers con un solo clic desde nuestro móvil. Los intentos de estafa y robo de datos se intensificarán a través de los canales habituales que emplean los bancos para comunicarse con sus clientes, o incluso a través de redes sociales o pagos en plataformas de videojuegos.
El 5G ya está aquí y es cuestión de un año que se extienda a las redes y la mayoría de dispositivos para poder sacarle todo su potencial. Una nueva versión, más acelerada de conexión trae consigo grandes peligros para la seguridad, como son los ciberataques de quinta generación. Los dispositivos que emplean el internet de las cosas vía cloud son el eslabón más débil de esa cadena. El inmenso incremento en recolección de datos que supone la implantación del 5G precisa de controles de seguridad con un enfoque más amplio, de punto a punto, para proteger nuestros datos y los de nuestras empresas.
La detección no es suficiente para asegurar la protección y la prevención es la clave para estar seguro. Las organizaciones ya trabajan con una cantidad inmensa de información en la nube, pero la capacidad de comprensión sobre la seguridad en este tipo de plataformas sigue siendo muy bajo entre las empresas. Las soluciones de seguridad necesitan evolucionar con una arquitectura nueva, más flexible y basada en la nube para conseguir una protección a tiempo real de nuestros datos.