¿Cuentan las compañías con un nivel de seguridad digital aceptable? El impacto de la COVID-19 ha puesto el foco en la importancia de la concienciación, tanto en empresas privadas como en la administración pública. El valor que en la actualidad se le da a este factor crece por momentos. No obstante, este no siempre se […]
Dirigentes Digital
| 22 abr 2021
¿Cuentan las compañías con un nivel de seguridad digital aceptable? El impacto de la COVID-19 ha puesto el foco en la importancia de la concienciación, tanto en empresas privadas como en la administración pública. El valor que en la actualidad se le da a este factor crece por momentos. No obstante, este no siempre se corresponde con el presupuesto que las compañías le asignan y, cada vez más responsables de seguridad, comienzan a considerar que su inversión podría no ser la adecuada.
Con la intención de responder a esta pregunta, el Informe de Estado de Seguridad de las empresas en España según las propias compañías, elaborado por Open Cloud Factory, pretende poner sobre la mesa la realidad de este escenario a lo largo de 2021, entendiendo este concepto como uno de los puntos de mejora constante. “La seguridad digital permite mantener el resto de los procesos de la organización en marcha”, detallan en una nota en la que también explican que, “una pequeña brecha en la seguridad supone una gran fuente de riesgo por donde pueden colarse las amenazas que tratan de alterar las cadenas de producción, la gestión de datos o comprometer información importante para la empresa”.
En relación a la respuesta que las compañías han dado ante los desafíos impuestos por el coronavirus en términos de seguridad, el 90% considera que su gestión fue buena y se muestran optimistas respecto a su situación. Solo poco más de un 10% cree que fue “insuficiente” o “muy insuficiente”.
El nivel de concienciación en ciberseguridad se ha ido incrementando año tras año. Sin embargo, la generalización del teletrabajo por parte de la mayoría de empresas a lo largo de 2020 ha puesto en evidencia las deficiencias de muchas de ellas. Entre los ataques más numerosos predominan aquellos dirigidos a la ingeniería social, así como los accesos no autorizados. Ambos suman el 70% de las incidencias.
En este sentido, a lo largo de la segunda edición de este estudio, la compañía resalta que, entre los proyectos de tecnología llevados a cabo más comúnmente por las empresas, la renovación tecnológica sigue siendo la tónica habitual. La razón reside en la alta obsolescencia que tienen los dispositivos, provocando que se queden desplazadas otras iniciativas dirigidas a la eficiencia o la seguridad de los procesos. Por su parte, durante el año de la pandemia, la necesidad de buscar fórmulas alternativas que dieran continuidad al trabajo también ha implicado que se hayan disparado los proyectos de implementación de cloud.
Así, las herramientas para acceder de forma remota a la información y a los servicios corporativos han aumentado un 150% respecto al año anterior, poniendo en evidencia que la protección en los accesos a los recursos corporativos, así como a las conexiones es fundamental. Para ello, el uso de conexiones VPN para los usuarios, la implantación del segundo factor de autenticación, el principio del mínimo privilegio y el zero-trust son algunas de las iniciativas que desde Open Cloud Factory recomiendan para mantener los valores de riesgo en niveles aceptables. Los resultados de la encuesta son claros e invitan a las empresas a tomar conciencia de los desafíos existentes porque la “percepción de seguridad es mayor a las medidas eficaces para gestionar los riesgos”.