La única certeza de aquí en adelante es que el mundo va a ser más digital. Partiendo de esta premisa, hay que preparar a las nuevas generaciones para un mercado laboral más tecnológico, en el que la automatización de los procesos será la tónica dominante. Con este horizonte a la vista, la escuela de programación […]
Dirigentes Digital
| 22 mar 2021
La única certeza de aquí en adelante es que el mundo va a ser más digital. Partiendo de esta premisa, hay que preparar a las nuevas generaciones para un mercado laboral más tecnológico, en el que la automatización de los procesos será la tónica dominante. Con este horizonte a la vista, la escuela de programación gallega, HACK A BOSS, ha formado a más de 250.000 estudiantes desde su fundación, en 2018. Su misión: preparar a los más pequeños para profesiones que todavía no existen, sin dejar de lado la diversión y la flexibilidad.
Uno de los principales problemas que encuentran los estudiantes españoles es que cuando salen al mundo laboral apenas existe conexión entre lo que han aprendido y lo que demandan las empresas. ¿Cómo soluciona este problema HACK A BOSS?
Dando formación por parte de profesionales en activo. Estas personas trabajan y forman al alumnado en las herramientas y tecnologías que usan hoy en día las empresas.
¿Qué deberían cambiar las universidades para adaptarse al mundo actual?
Ser más ágiles y estar menos politizadas, colaborando de manera estrecha con iniciativas como la nuestra y otras fantásticas que existen en el mercado.
¿Por qué estos bootcamps preparan a los alumnos para el futuro?
La pandemia ha acelerado el proceso de digitalización en todos los ámbitos. A modo de ejemplo, la programación será una de las cinco habilidades más importantes y necesarias, aunque no seas programador. Perfiles de RR.HH., marketing o financieros, por citar algunos, encontrarán en la programación la aliada ideal para desempeñar sus funciones.
Fuente: HACK A BOSS
¿Cuántos programas formativos tenéis en el momento actual?
Cinco en total. Cuatro bootcamps de programación. Uno en A Coruña y otro en Vigo (Galicia), que también cuentan con formato en remoto. Por otro lado, hemos diseñado un itinerario para niños y niñas, incluyendo uno específico para personas con discapacidad, en colaboración con la Fundación Once.
La compañía fue fundada en 2018. ¿Qué trayectoria ha seguido a lo largo de estos tres años?
Tras dar el pistoletazo de salida, en 2019 nos enfocamos en el asentamiento, con una facturación superior a los 730.000 euros y una plantilla compuesta por 14 trabajadores. Con la pandemia nos vimos obligados a seguir con la formación en remoto. Con todo ello, hemos doblado el número de empleados y los ingresos han crecido hasta los 900.000 euros.
Seguís una metodología basada en la creatividad y la tolerancia a la frustración. ¿En qué consiste?
Usamos la tecnología no solo para fomentar la creatividad usándola como medio de expresión personal para fortalecer las habilidades plásticas y estéticas, sino también como herramienta para buscar una solución a los problemas tecnológicos de los diferentes proyectos y retos que se plantean, poniendo en práctica la tolerancia a la frustración, el pensamiento crítico y computacional para lograr dichos objetivos.
Al hilo de la anterior pregunta. ¿Qué importancia juega el learning by doing?
Es la mejor manera de aprender tecnología para los niños y la pieza clave de este proyecto. Los más pequeños consiguen realmente entender conceptos complejos en ingeniería a través de la experimentación.
En 2021 hay puestos de trabajo que no existían hace diez años. ¿Cuáles son sus apuestas sobre los nuevos perfiles para la próxima década?
No creemos que sean tan diferentes a los de ahora, aunque sí serán mucho más tecnológicos. Y, por supuesto, todo lo que pueda realizar una máquina, lo hará.