“La brecha de habilidades especializadas se ampliará aún más, impulsada por el avance tecnológico incesante en campos como la inteligencia artificial o la robótica”
Fernando Mateo, director académico de IMF Smart Education y decano del Instituto de Ciencias Empresariales
| 02 feb 2024
La falta de talento especializado es una problemática que se ha venido dando desde hace años y sigue siendo un desafío actual en muchas industrias. Tanto es así que, según un estudio de ManpowerGroup, el desajuste de talento se multiplica por veintisiete en España en una década, y ocho de cada diez empresas tienen dificultad para incorporar los perfiles que necesitan.
Se trata de una situación que surge por varias razones. En primer lugar, por el continuo avance tecnológico ligado a la rápida evolución de las necesidades del mercado que provocan una brecha entre las habilidades que los empleadores necesitan y las que los candidatos poseen. Otro factor determinante es el cambio de expectativas de las nuevas generaciones sobre el equilibrio entre su vida laboral y personal, lo que en ocasiones limita su disposición a comprometerse con carreras altamente especializadas que requieran una inversión significativa de tiempo y esfuerzo.
En comparación con nuestros vecinos europeos, España comparte algunos retos comunes en torno a la falta de talento especializado, pero enfrenta al mismo tiempo desafíos únicos:
Esta problemática está presente principalmente en sectores de alta tecnología y de rápida evolución, como la inteligencia artificial, la ciberseguridad, o la ciencia de datos. Además, hay una escasez de perfiles significativa en campos especializados como la ingeniería, la salud, o en áreas emergentes como las energías renovables y la sostenibilidad.
Mirando hacia el futuro, el reto parece todavía mayor, ya que los expertos anticipan que la brecha de habilidades especializadas se ampliará aún más, impulsada por el avance tecnológico incesante en campos como la inteligencia artificial o la robótica. Esta evolución tecnológica promete transformar industrias enteras, creando nuevas categorías de empleo y dejando obsoletas algunas habilidades tradicionales.
Sin embargo, hay motivos para el optimismo. En primer lugar, las empresas ya están respondiendo a la escasez de talento cualificado con medidas de diverso tipo. Por ejemplo, la inversión en formación y desarrollo para los empleados se ha vuelto esencial, complementada con programas de aprendizaje y prácticas en colaboración con instituciones educativas. La flexibilidad en los requisitos de contratación ahora prioriza el potencial de aprendizaje y se está fomentando una cultura de innovación y aprendizaje continuo que permita adaptarse de forma continuada a las demandas del mercado. La colaboración con los centros educativos para alinear los currículos y la implementación de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial están ayudando a empezar a mitigar la brecha de habilidades. Por otro lado, las mejoras en la retención de empleados, así como las alianzas estratégicas también forman parte de este enfoque integral para abordar la escasez de talento de manera efectiva y sostenible.
Hay que insistir en que alinear la educación con la industria es la principal prioridad para cubrir las necesidades del mercado laboral. Por su parte, como respuesta a la creciente demanda de talento especializado en el mundo empresarial, los centros educativos deben adoptar estrategias innovadoras: