El Big Data lleva en expansión desde su incepción hace ya casi treinta años. El desarrollo de la computación e Internet en las últimas décadas ha permitido el nacimiento de una industria que, en la actualidad, mueve más de 206.000 millones de dólares a nivel global, cifra que se espera que supere el medio billón […]
Dirigentes Digital
| 08 jun 2022
El Big Data lleva en expansión desde su incepción hace ya casi treinta años. El desarrollo de la computación e Internet en las últimas décadas ha permitido el nacimiento de una industria que, en la actualidad, mueve más de 206.000 millones de dólares a nivel global, cifra que se espera que supere el medio billón para 2028, según el informe Big Data Analytics Market, 2021-2028.
Se trata de una disciplina basada en el tratamiento masivo de datos que permite, entre otras cosas, disponer de cantidades ingentes de información que debe de ser analizada. “No solo basta con invertir, hay que saber cómo utilizar y manejar la información que se ha adquirido”, explica Carlos de Pablos, director del Centro de Excelencia en Analítica Avanzada e Innovación de Intrum.
El fuerte crecimiento de esta industria desde que en 1995 se construyera la primera supercomputadora ha provocado el surgimiento de toda una nueva serie de especialidades laborales para dar respuesta a las necesidades planteadas por el Big Data. Como puntualiza el dirigente, “Data Scientists, Data Analyst, Data Engineer, Chief Data Officer (CDO), Data Architect o Big Data Architect" son profesiones cada vez más demandadas”.
El principal riesgo que conlleva el aumento exponencial del tratamiento de datos es la mayor dificultad para garantizar la seguridad y privacidad de los mismos. En 2021, el 94% de las empresas españolas sufrió, al menos, un incidente grave en este campo, según un informe de Deloitte. “La ciberseguridad juega un papel crucial en la protección y la privacidad de los datos”, señala de Pablos.
En el lado de las oportunidades, esta tecnología permite numerosas aplicaciones que van encaminadas a “identificar nuevas oportunidades” en un mercado cada vez más “volátil y competitivo”. Por un lado, permite conocer más en detalle a los clientes para detectar patrones de comportamiento.
También se puede desarrollar la analítica predictiva que, como indica Carlos de Pablos, “utiliza los datos para establecer predicciones operativas y de negocio (…) y permite anticiparse al comportamiento del mercado, evitar fallos en los equipos, establecer plazos de mantenimiento o mejorar la toma de decisiones”.
En la actualidad, el Big Data se ha usado para hacer frente a los problemas de retención de talento que sufren muchas compañías. “En el ámbito de los recursos humanos puedes detectar pérdidas de talento, lo cual te permite poner en marcha estrategias de retención o identificar qué conocimientos o capacidades demanda o necesita la plantilla”.
Esta tecnología, entre sus numerosas aplicaciones, permite anticiparse a posibles impagos. “Mediante el análisis de la información de los clientes, con datos como el histórico de sus comportamientos de pago o la salud financiera, es posible prever el riesgo de retraso en el abono de sus facturas y, de esta forma, establecer las medidas necesarias”, explica el dirigente.
Además, no solo se puede utilizar como herramienta preventiva, sino que, una vez producido el impago, también permite optimizar el proceso de recuperación del dinero: “Conocer a los clientes ayuda a plantear la mejor estrategia de cobro para cada uno de ellos determinando, por ejemplo, qué facilidades de pago son las que mejor se adaptan a su realidad”.