El ransomware representa una amenaza constante para empresas de todos los tamaños
Dirigentes Digital
| 30 oct 2024
La dependencia digital y la ciberdelincuencia cada vez están más conectadas. Tal y como explica el último informe sobre la resiliencia digital ‘Negocios conectados: la dependencia digital alimenta el riesgo’, elaborado por QBE en colaboración con Control Risks, algunos sectores como el financiero, el manufacturero y la salud se encuentran en la línea de fuego de los ciberataques más sofisticados, desde el ransomware hasta interrupciones masivas de servicios esenciales.
La expansión del ransomware es uno de los hallazgos clave: este tipo de ataque creció un 74% entre 2022 y 2023, mientras que en 2024 han crecido un 74%, superando en pérdidas los mil millones de dólares y afectando sobre todo a las industrias manufacturera y sanitaria. En el caso concreto de España, representa una amenaza constante para empresas de todos los tamaños. Además, la industria y los servicios públicos han experimentado un aumento del 50% en este tipo de incidentes, lo que no solo impacta en términos económicos, sino que también deja a empresas y servicios esenciales más expuestos que nunca a posibles interrupciones.
En este sentido, el informe pone como ejemplo reciente el apagón global de la plataforma CrowdStrike, que el pasado mes de julio dejó inactivos más de 8,5 millones de ordenadores Windows y afectó gravemente a sectores clave como la aviación y la sanidad. Este caso pone en evidencia la dependencia tecnológica y vulnerabilidad de sectores críticos en la medida en que subrayan la fragilidad de la interconexión digital en sectores clave, con pérdidas que en algunas empresas alcanzaron los 25.000 millones de dólares.
Además, en lo que respecta a los riesgos en la cadena de suministro, en 2023, los ciberataques a terceros plantearon una amenaza significativa, con el 75% de estos incidentes originados en proveedores de servicios y software. El ransomware continúa siendo la herramienta preferida por los atacantes.
En este contexto, Javier Redondo, director de Líneas Financieras y Ciber Riesgos de QBE, explica que “la creciente sofisticación y frecuencia de los ciberataques en sectores esenciales como la manufactura y la salud subraya la necesidad urgente de que las empresas españolas adopten una postura más sólida en ciberseguridad”. Así, “una adecuada capacidad digital no solo protege contra pérdidas financieras significativas, sino que también resguarda la continuidad operativa en sectores críticos para la economía y el bienestar social”.