Recordemos que la nueva directiva de recuperación y resolución bancaria (BRRD por sus siglas en inglés) europea reduce el apoyo gubernamental a las entidades y establece que, a partir de 2016 (ya en Alemania, Austria y Reino Unido), habrá que "acudir" (bail-in) a un 8% del capital propio y de los pasivos elegibles para hacer frente a las pérdidas antes que al contribuyente.
En el caso concreto de la Zona Euro, el MUR transferirá la toma de decisiones en este sentido a un organismo independiente desde enero del año que viene.
Este nuevo contexto de menor respaldo estatal, lleva a la agencia a restar de la calificación el apoyo que suponía el sector público a las entidades financieras y, por ende, rebajar sus ratings. Así, la "nota" de Banco Sabadell, Bankinter y Banco Popular pasa a "BBB high", desde "A low" (un "escalón" menos); mientras que su perspectiva sube a estable desde negativa.
Por su parte, el de Abanca se mantiene en "BBB low", con perspectiva estable; si bien, la calificación de fortaleza financiera intrínseca mejora hasta "BBB low", como consecuencia del ascenso "de los ingresos recurrentes, la significativa reducción de los activos problemáticos, la mejor financiación del Banco Central Europeo (BCE) y el refuerzo de la capitalización".
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