Tipos en negativo: lo que no puede comprar el BCE

Las medidas diseñadas para respaldar la economía de la zona euro han reducido la amenaza de riesgo en muchas economías, atrayendo flujos de capital hacia la renta fija y empujando los rendimientos de los bonos a cotas históricamente bajas. España ya ha realizado dos subastas a corto plazo financiándose a tipos negativos.

No se trata solo de los bonos europeos. El problema está en un desajuste entre la oferta y la demanda a escala global. Según datos de JP Morgan AM, se estima que entre las dos variables hay un desajuste previsto para este año de 600.000 millones de dólares, con una demanda de 2,6 billones, en los que mucho tienen que ver los bancos centrales, frente a emisiones por valor de 2 billones de dólares.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, se encargó en la última reunión de política monetaria de asegurar que no había burbuja en renta fija, explicando que el organismo cuenta con la flexibilidad necesaria para evitarla. Sin embargo, el prolongado periodo de compra global de deuda por parte de los bancos centrales ha creado una demanda de bonos sin precedentes, empujando los precios hacia arriba y las tires a niveles extremadamente bajos.

Los expertos recuerdan que el plan de expansión cuantitativa del BCE prevé comprar aproximadamente el 190% de las emisiones soberanas netas en la zona euro en 2015, "lo que supone que caerá la oferta de bonos soberanos disponibles para los inversores. Esto, a su vez, probablemente rebajará aún más las tires".

Mario Draghi, consciente de la necesidad de evitar una distorsión aún mayor en la formación de precios, puso un límite a la deuda que entraría a formar parte del QE: solo aquellos bonos que coticen por debajo del tipo de interés de los depósitos. Es decir, el -0,2%. A mediados de abril, más de la mitad de la deuda de la Zona Euro con vencimientos inferiores a cinco años cotizaba en negativo. Además, sólo compra un máximo del 25% de cada emisión y el 33% de cada emisor, lo que limita aún más el universo disponible.

Con el entorno actual, hay muchos bonos que no podrán entrar en el programa del BCE. Entre ellos, incluso algunos bonos alemanes, cuyas tires en algunos plazos están por debajo del umbral establecido. "La pregunta que a su juicio continúa en el aire es si con las tires aún cayendo y el BCE sin poder comprar bonos por debajo de su límite del -0,2%, si los responsables de diseñar y ejecutar las políticas tendrán que enfrentarse a una escasez de bonos gubernamentales europeos, así como cuánto tiempo pasará antes de que tengan que cambiar de estrategia", explican desde la gestora.

También puede haber problemas con otros bonos que ya cotizan con tires negativas en las curvas de tipos, como los franceses. A escala global, el 60% de los bonos tienen una tir por debajo de la tasa de inflación, con lo que estaríamos hablando ya de una rentabilidad real negativa.

 

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