Así lo estima el Director de Política de Información financiera de CFA Institute, Vincent Papa. Además, añade, no ha existido un informe pormenorizado específico por bancos sobre los resultados de la revisión cualitativa de sus políticas y procesos. Este tipo de informe podría ayudar a los inversores a evaluar hasta qué punto los sistemas de contabilidad de los bancos pueden afectar el riesgo de la divulgación de información.
Por otra parte, no queda claro si los efectos de los ajustes relacionados con el AQR serán divulgados o integrados en los estados financieros de 2014. Esto podría ser un problema, ya que algunos ajustes reflejaban un enfoque conservador, en lugar de mostrar los que realmente necesitan ajustes contables.
"Dicho esto, debemos conceder un guiño de aprobación al BCE en esta fase inicial dada la transparencia y la completa información de la AQR y las pruebas de estrés, señala Papa.
El especialista también apunta a que el informe agregado del BCE ha aplicado escenarios de estrés adversos; ha identificado claramente los bancos con déficit de capital; ha destacado los ajustes AQR de los bancos; ha explicado la naturaleza y los ejes de los ajustes de valoración; y ha señalado algunas áreas donde existen deficiencias en las políticas de valoración y contabilidad y los procesos de los bancos. En este sentido, el ejercicio del AQR es un paso en la dirección correcta, y es un buen augurio si la supervisión global puede favorecer la presentación de informes más consistentes.
"Sin embargo, este enfoque en la mejora de la transparencia de la información bancaria deberá ser sostenido. Aunque la atención está centrada en la reparación inmediata del balance, este momento, de algún modo crucial, de "reiniciar" los valores bancarios, si es un ejercicio único, no será suficiente para fomentar la confianza de los inversores en la transparencia de la información bancaria", concluye Vincent Papa.
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