"Si uno tiene presencia en todo el mundo, siempre se estará en alguna zona de crecimiento", lo dice el consejero delegado de una empresa española que es el ejemplo de internacionalización e innovación para esquivar la crisis. CIE Automotive es una de la joyas empresariales españolas que ha triunfado en el mercado de los automóviles siendo el fabricante de componentes para todas las marcas automóviles del mundo. Su modelo es situarse donde esté la producción. "Tenemos un modelo de negocio con una enorme libertad de inversión, que nos da flexibilidad y movilidad con retornos de rentabilidad, sin obligaciones de inversión en fábricas y productos, intentamos adelantarnos al sector en las tecnologías punteras, ha explicado Antón Pradera, presidente de CIE Automotive, durante el Foro MedCap organizado en la Bolsa de Madrid.
Con presencia en 28 países, la compañía tiene una visión privilegiada del mundo y de la evolución económica. La caída de Brasil ha sido superior de lo que esperaban, según Pradera, "es nuestro garbanzo negro", y añade que Dilma Rousseff tiene problemas para hacer políticas en condiciones, "se está perdiendo la seriedad macro por la crispación social, con lo que la recuperación se va retrasar". CIE ha tenido que realizar ajustes de plantilla pero el dirigente de la multinacional ofrece una pista sobre el futuro del país. A pesar de la crisis que está atravesando Brasil, "en el país está entrando todo el mundo" y en el sector del automóvil ninguna marca ha retirado sus inversiones. Para cuando llegue la recuperación del gigante latinoamericano se espera una producción de cinco millones de vehículos.
Sobre América del norte y México afirma que era el sitio adecuado para estar al inicio de la crisis porque "el ciclo americano va adelantado al europeo". Es lo que hizo la compañía con un incremento de inversión en México y el tiempo le ha dado la razón. Además, Pradera señala que la región plantea la oportunidad de no tener limitaciones restrictivas relacionadas con la emisiones de CO2 como en Europa.
El dirigente apunta que India será el motor de la economía global sustituyendo a China, por lo menos en el del automóvil. El sector es un buen indicar adelantado de cómo va a evolucionar la economía global. Pradera advierte que pese a las excelentes perspectivas para la inversión es un mercado complicado para aterrizar nuevas empresas, "tiene un gran retraso de infraestructuras, es el gran reto de Narendra Modi". Recomienda tener un socio local para beneficiarse del conocimiento local y aprovechar para trasladar la cultura occidental a los procesos de producción. El objetivo es preparar la inversión para el despertar de India.
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