La inteligencia artificial (IA) es uno de los avances tecnológicos más prometedores de cara a los próximos años. La inversión en esta tecnología no ha parado de crecer y el futuro se muestra de lo más prometedor, tal y como cuenta Tomás Penaguião, Partner de Bynd Venture Capital.
¿Cómo ha crecido la inversión en inteligencia artificial en los últimos años?
La inversión de capital riesgo en IA (inteligencia artificial) y machine learning ha aumentado considerablemente en los últimos años alcanzando su máximo en 2021 con 119.000 millones de dólares invertidos en más de 7.000 startups (fuente: Pitchbook). Se espera que este mercado alcance un tamaño de 2 billones de dólares en 2030, un crecimiento de 10 veces respecto a la realidad actual (fuente: Statista).
La IA no es una tecnología reciente, en 1956 ya existían registros de las primeras investigaciones en este campo, pero ha evolucionado significativamente en los últimos años con el desarrollo de la tecnología y su aplicación a distintos verticales.
La evolución de la IA generativa, a través de soluciones como ChatGPT, es una de las nuevas tendencias observadas en este espacio. Prueba de este relevante avance no es sólo la popularidad e integración en tareas cotidianas de las más diversas industrias, sino también el valor que ya está logrando captar de los inversores.
Los inversores de capital riesgo han aumentado de forma constante su inversión en IA generativa en un corto espacio de tiempo: de 408 millones de dólares en 2018 a 4.800 millones en 2021 y 4.500 millones en 2022 (fuente: Pitchbook).
¿Al ser un sector muy reciente, los inversores encuentran oportunidades de inversión solamente en startups, o también hay oportunidades en el mercado cotizado con empresas que cotizan en bolsa?
Bynd Venture Capital invierte en startups en fase inicial en las áreas de digital, bienes de consumo, IA, blockchain y sostenibilidad, que presenten una base tecnológica muy sólida y escalable, y estén lideradas por equipos complementarios con ambición global. Por este motivo, nos centramos en el mercado de startups, donde vemos un gran potencial de innovación apalancado por el desarrollo de la IA.
Incluso podemos destacar algunas startups que ya forman parte de nuestra cartera desde hace unos años y que ya están lanzando nuevas soluciones basadas en IA generativa. Un ejemplo de ello es Didimo, startup de avatares humanos digitales para videojuegos y entretenimiento, que acaba de lanzar Popul8, una función que acelera la producción de juegos creando cientos de personajes únicos en una fracción del tiempo y coste habituales, lo que ahorrará semanas de trabajo a los equipos de desarrollo. La herramienta dota a la industria de una forma de poblar rápidamente los mundos con una variedad de personajes, ya sean jugables o no (non-playable characters), lo que creará una experiencia más inmersiva para los jugadores.
El sector de la IA ha sido muy competitivo y las empresas, ya sean startups o grandes tecnológicas como Google o Microsoft, tienen que seguir las tendencias y superar lo que ya existe en el mercado. Si por un lado las startups tienen una mirada más disruptiva en la aplicación de esta tecnología en diversas industrias, las grandes empresas cuentan con una mayor estructura de I+D que es esencial para liderar algunos de los avances que se han observado.
Al ser una tecnología reciente, ¿qué criterios pueden evaluar los inversores?
Los principales criterios que utilizamos para evaluar el potencial de una oportunidad de inversión abarcan todos los mercados e industrias. Para atraer capital riesgo, las startups deben tener una base tecnológica muy sólida y escalable, y demostrar el nivel de tracción del producto en el mercado y su potencial. Pero también hay otros detalles de análisis, como la intensidad de la competencia y la capacidad del proyecto para diferenciarse. Además, otro de los criterios esenciales son los equipos de promotores, porque son el elemento con más preponderancia en nuestra decisión de inversión, y por tanto necesitamos sentir que el equipo es sólido, experimentado, resiliente y con ambición de crear una empresa global.
En el caso de la IA generativa, al ser un sector en constante evolución, donde cada semana salen nuevos productos y aplicaciones altamente disruptivas, es fundamental para los inversores seguir de cerca el desarrollo del mercado, y construir una visión a largo plazo de las potenciales aplicaciones de la tecnología, tanto en nuevas inversiones como en su cartera de filiales.
¿Cuál es el filtro entre lo que es malicioso y lo que tiene verdadero potencial para cambiar una industria?
Como ocurre con todo, no sólo con la innovación, sino con las diversas herramientas, máquinas o utensilios que utilizamos en la vida cotidiana, una tecnología puede utilizarse para fines buenos o malos: depende de su usuario final. La IA ha planteado muchas cuestiones éticas que también se asocian a la perturbación del mercado laboral. Sin embargo, todas las revoluciones tecnológicas conllevan la necesidad de adaptación y muchas de las soluciones lanzadas en este tiempo buscan valorar cada vez más las habilidades y recursos del ser humano, ofreciendo oportunidades para aumentar exponencialmente la productividad y la dedicación a actividades de mayor valor añadido.
Como inversores, tenemos la responsabilidad de evaluar las empresas por su relevancia en el mercado, potencial de crecimiento, pero siempre siguiendo los valores y parámetros éticos con los que el equipo de Bynd se identifica.
2023-06-13 06:31:01