El gigante tecnológico no levanta cabeza tras el destape del escándalo contable, por el que la firma había inflado su beneficio entre 2008 y 2014, que ya supuso unas pérdidas de 834 millones de dólares.
Además, la empresa ha confirmado que recortará 6.800 empleos en su negocio de electrónica de consumo, equivalente al 30% del total. Igualmente, venderá su fábrica de televisores en Indonesia.
Ahora, la compañía espera más de 4.000 millones de euros en pérdidas para este ejercicio, que termina en el mes de marzo. Estas previsiones se deben a los costes de reestructuración, que también incluyen la venta de la planta indonesia. Además, en Oriente Próximo y África pretende participar en dos "joint ventures" en Egipto dedicadas a la fabricación y venta de televisores.
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