El conglomerado japonés, que incluye negocios que van desde ordenadores portátiles a la energía nuclear, está atravesando por un proceso de reforma después de que este año se supo que infló sus beneficios en 1.300 millones de dólares desde el año fiscal 2008/09.
Muromachi, quien se convirtió en consejero delegado y presidente después del escándalo, prometió reestructurar los negocios de menores márgenes.
El acuerdo por el negocio de sensores de imagen sería el inicio de la reestructuración, informó Nikkei. Sony ya es un actor dominante en el mercado de sensores de imagen con sus productos utilizados en teléfonos. Ejecutivos de Toshiba y Sony no estuvieron disponibles de inmediato para realizar comentarios.
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