El Gobierno estadounidense ratifica las tasas al aceite, el queso, el vino y las aceitunas españolas, cuyas exportaciones están valoradas en 1.000 millones de euros anuales. De ese modo, seguirán sufriendo un sobreprecio del 25%.
Trump se justifica por las ayudas estatales que recibió el fabricante aeronáutico Airbus en detrimento de su principal competidor, Boeing, que llevó a la OMC a darle la razón al gobierno norteamericano. Por ello, no solo los productos españoles sufren los aranceles, sino que en total afectan a productos europeos y británicos valorados en 7.500 millones de euros.
Esta decisión se mantiene en el caso de los productos españoles, aunque sí ha habido cambios para los productos europeos. Las mermeladas alemanas y los cuchillos de carnicero franceses pasarán a formar parte de los productos con sobrecoste, si bien salen de la lista otros productos griegos y británicos.
La cuestión adquiere más relevancia a consecuencia del contexto de crisis económica global. Por ello, un grupo de senadores solicitaron retirar los gravámenes a los productos europeos. La petición se suma a la de Phil Hogan, el comisario europeo de Comercio, quien pidió en julio que el gobierno estadounidense retirase los aranceles por considerarlos «injustificados».
Por su parte, desde el otro lado del Atlántico se acusa a Europa de no haber «tomado las acciones necesarias para cumplir con las decisiones de la Organización Mundial de Comercio», según afirma un comunicado del Departamento de Comercio Exterior.
Economía>Internacional