Donald Trump será investido en pocas horas como presidente de Estados Unidos, por segunda vez. Con una estrategia calculada al milímetro, el empresario ya ha anunciado que será un día histórico en el que firmará más de 100 órdenes ejecutivas.
Pocas horas antes de llegar a la Casa Blanca, Trump ya ha ido caldeando el ambiente con decisiones como la de lanzar una criptomoneda con su nombre, sin valor real, pero que ha alcanzado un valor teórico de 50.000 millones de dólares o el apoyo a Tik Tok, después de que fuese cerrada por la Justicia Federal.
Los expertos aseguran que estas dos cuestiones sirven de referencia hacia la línea que Trump quiere marcar. Como ejemplo, el dirigente ya ha prometido una regulación de la industria de las criptomonedas que establezca una clasificación clara de activos y, entre sus nombramientos destacan nombre procriptomoneda.
Elon Musk está previsto como director de eficiencia gubernamental y Scott Bessent como secretario del Tesoro. Este último será figura clave a la hora de aplicar la rebaja de impuestos que Trump ha llevado como promesa electoral.
Primeras órdenes ejecutivas
Entre las medidas que el nuevo presidente tomé en sus primeros días de mandato, una de las que más titulares va a acaparar será la política de aranceles que ya ha anunciado. Por ejemplo, un aumento del 10% básico, un 10% adicional para los productos provenientes de China o la penalización con un 25% de los procedentes de México y Canadá.
En el ámbito laboral ya ha anunciado que aprobará medidas para facilitar el despido de los empleados federales que no vuelvan a trabajar a la oficinas, como exige Trump.
Otro punto candente será el abandono de las políticas verdes que Biden había propiciado. El nuevo presidente ya ha anunciado que eliminará las medidas de promoción de los coches eléctricos y reducirá el gasto en cambio climático. Además, bajo el lema “perfora, baby, perfora”, quiere reactivar la producción petrolífera, de gas y de carbón con exenciones fiscales.
Una de las primeras órdenes que firmará, según ha anunciado, será la paralización de la energía eólica marina, una de las políticas estrella de Biden y que Trump ha llamado “nueva estafa verde”.