La incógnita sobre qué haría Donald Trump con su gigantesco imperio empresarial al asumir la presidencia de Estados Unidos se ha despejado. Y aunque en una extensa entrevista al New York Times Trump dijo que no estaba obligado a dejar sus negocios, combinar el rol de presidente de Estados Unidos y de magnate inmobiliario sin duda le enfrentaría a grandes conflictos de interés y sus decisiones podrían beneficiarlo a él o a su familia a nivel financiero. «Voy a dejar mi gran negocio en su totalidad con el fin de concentrarme completamente en gobernar el país con el fin de hacer a América grande de nuevo», escribió en su cuenta oficial de Twitter Donald Trump, en varios mensajes en los que también decía que «aunque no estoy obligado a hacer esto bajo la ley, siento que es visualmente importante, como presidente, que de ninguna manera tenga un conflicto de intereses con mis diversos negocios». Trump no proporcionó los detalles sobre cómo planea «separarse» de su imperio, aunque dijo que se estaban preparando documentos legales. Durante la campaña electoral el magnate prometió poner todos sus negocios en un «trust» que le impediría tener cualquier relación con las actividades de sus empresas. Un destacado asesor del presidente electo dijo que sería «poco realista» apartar a los hijos del magnate de sus negocios y entregar su control a un gestor independiente. Donald Trump ya había comentado que dejaría sus operaciones comerciales a sus tres hijos mayores, Donald Jr., Eric e Ivanka. La principal asesora de Trump, Kellyanne Conway, dijo el miércoles que se espera que los tres, que son vicepresidentes ejecutivos en la empresa de su padre, «aumenten sus responsabilidades» en la Organización Trump. Según señaló durante la campaña el republicano, ex alcalde de Nueva York y fiscal federal, Rudy Giuliani, «Trump debería crear alguna clase de fideicomiso o un documento que implique que él no puede participar y que no tendría intereses ni voz en los negocios». «Así, no apartaría a sus hijos de su imperio». Habrá que esperar unos días para conocer cómo se llevará a cabo ese «abandono de poderes» en sus negocios. En uno de sus tuits Trump dijo que tiene previsto reunirse con su familia el próximo 15 de diciembre para hacer una rueda de prensa conjunta y explicar así su plan para dejar del todo su actividad empresarial. Donald Jr., Eric e Ivanka forman parte del comité ejecutivo del equipo de transición de Donald Trump a la presidencia. Tras la investidura, Giuliani comentó que lo que sí tendrá que haber es «un muro entre los hijos del magnate neoyorquino y el nuevo Presidente en lo referente a asuntos del gobierno». Los negocios del presidente electo El inmenso imperio comercial Donald Trump no tiene precedentes para un presidente, así como la complejidad y opacidad de sus tenencias financieras. Sus activos e ingresos aún no están claros puesto que se negó a hacer públicas durante la campaña electoral sus declaraciones de la renta y su pago de impuestos, citando una auditoría en curso, y en cuanto llegue a la Casa Blanca no tendrá ninguna obligación legal de hacerlo. Trump posee hoteles, clubes de golf, torres de oficinas y otras propiedades en varios países. Además tiene participaciones directas de propiedad en más de 500 empresas, según su declaración a la Comisión Federal Electoral. Además, muchos edificios llevan su nombre tras conseguir concesiones de la licencia para el uso de del mismo en hoteles y otras propiedades alrededor del mundo. Aunque la mayoría de su negocio inmobiliario se encuentra en Estados Unidos, los nombres de sus empresas indican que tiene negocios vinculados a Israel, Dubai, Egipto, India, Filipinas, Canadá, Sudáfrica y Brasil. Además el presidente electo tiene un acuerdo de licencia con una firma con sede en Indonesia. Hay quienes ya se preguntan cómo va a hacer Donald Trump cuando tome las riendas del país cobrando 1 dólar simbólico al año como Presidente de Estados Unidos y sin beneficiarse de sus negocios.
hemeroteca