El plan de los republicanos para cambiar la legislación fiscal anticipa una reducción de impuestos en empresas y personas físicas, en respuesta al empeño del presidente de Estados Unidos, Donald Trump y los líderes congresistas para construir la base de una legislación más liberal en los próximos meses. El proyecto, obtenido en exclusiva por el Wall Street Journal, baja al 20% el impuesto de sociedades, desde el 35% actual. Otros negocios, que tributan a través de la declaración de impuestos de sus dueños, tendrán un tope de contribución del 25% con una regulación aún no especificada que evitaría a algunos empresarios millonarios pagar una tasa superior sobre sus ingresos salariales. Las tasas impositivas individuales se colocarán en el 12%, el 25% y el 35%, con opción a una cuarta tasa más alta para los propietarios con los ingresos más elevados, cambiando por completo la estructura tributaria de siete tramos a tres o cuatro. El plan suprimirá el impuesto de propiedad e impondrá una tasa única a las compañías estadounidenses por ganancias extranjeras acumuladas. El marco legal está diseñado para simplificar el sistema fiscal al eliminar el impuesto mínimo alternativo e incrementar la deducción estándar de 12.000$ a 24.000$ para los matrimonios. Sube también el impuesto sobre el crédito de los niños. Aún así, el marco legal no es preciso en algunos detalles críticos, lo que deja a los contribuyentes poca precisión para calcular exactamente cómo deberán facturar con el nuevo plan. También impone límites en la capacidad de las empresas para deducir el interés e incluye una revocación de las deducciones estatales y locales. A los republicanos aún les queda trabajo por hacer para convertir sus ideas en leyes en los próximos meses. El partido republicano ahora tiene márgenes estrechos en el Congreso y algunos grupos que salen mal parados con la reforma fiscal ya preparan enmiendas.
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