Lo había adelantado el diario financiero The Wall Street Journal unas horas antes y, finalmente, este jueves el presidente de EEUU Donald Trump ha anunciado que el miembro de la Junta de Gobierno de la Reserva Federal Jerome Powell será su candidato para ser el nuevo presidente del regulador monetario estadounidense. De este modo, ahora comienza el proceso de ratificación en el Senado, donde se espera que la experiencia previa de Powell en la institución monetaria y sus contactos en los dos grandes partidos de EEUU podrían allanar su nombramiento definitivo. En caso de conseguir, como se prevé, el aval parlamentario, el nuevo presidente de la Reserva Federal iniciaría su mandato de cuatro años en febrero de 2018, precisamente cuando concluya el mandato de la actual presidenta, Janet Yellen, cuya reeleción se ha descartado en el último momento por el rechazo que suscita en las filas republicanas. Jerome Powell era el favorito en las apuestas para dirigir la Reserva Federal, entre las que figuraba Yellen y el economista de la Universidad de Stanford John Taylor, entre otros. Todos ellos fueron entrevistados por Trump y su equipo económico, dirigido por el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, que ha apoyado denodadamente la candidatura de Powell. Powell es un abogado con experiencia en Wall Street y en la Casa Blanca, y que forma parte de la junta de gobernadores de la Reserva Federal desde 2012. Con su nombramiento, Trump se decanta por un perfil moderado procedente del Partido Republicano, pero partidario de las políticas monetarias laxas impulsadas por Yellen. Así, la actual presidenta de la Reserva no repetirá mandato de cuatro años, un hecho inusual que no se producía desde 1978, cuando el presidente demócrata Jimmy Carter sustituyó al republicano Arthur Burns por su compañero de partido G. William Miller, al que un año después acabaría nombrando secretario del Tesoro. Además, este nombramiento pasará a la historia ya que Powell será el primer presidente de la Reserva Federal que no tenga un doctorado en Economía y, gracias a un patrimonio personal estimado entre 19 y 55 millones de dólares, será el dirigente de la FED más acaudalado desde el año 1943.
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