Turismo submarino: opciones más allá del Titán

En los últimos años, las empresas comerciales de turismo espacial propiedad de los multimillonarios Jeff Bezos o Elon Musk han acaparado portadas por pretender llevar turistas al espacio. Pero hasta la tragedia del sumergible Titán, poco se sabía de otra similar e incipiente industria: la exploración de las profundidades del océano. 

El pasado 18 de junio, el sumergible Titan de la compañía OceanGate implosionó, matando de manera instantánea a las cinco personas a bordo, según informó la Guarda Costera de Estados Unidos tras cinco días de una búsqueda intensa. Esta aventura mortal ha acaparado las portadas de la prensa internacional y ha puesto un foco de atención sobre el turismo submarino. OceanGate, que comenzó a llevar turistas a las profundidades del océano para ver el Titanic en 2021, se une a un número creciente de iniciativas de este subsector que acercan a los viajeros a las profundidades del océano, casi siempre a un precio elevado. 

El turismo subacuático es un sector por explotar que ofrece muchas posibilidades. Según Scubanomics, empresa especializada en el análisis de datos de esta área, hay alrededor de seis millones de buceadores activos en el mundo, a lo que hay que sumar los innumerables entusiastas del snorkel, que exploran los bordes de los océanos, nadan con ballenas y tortugas o visitan el primer museo submarino del mundo en Cancún, México, inaugurado en 2010 con motivo de la Cumbre Climática.

El sector del turismo submarino lleva años en expansión. Desde un acuario submarino que funciona como suite en Maldivas, a un restaurante con vistas al lecho marino en Noruega, pasando por un sumergible trasparente que opera en Gran Canaria. Recientemente, un cambio en la forma de pensar ha atraído bajo el mar a personas sin experiencia ni certificaciones de buceo. 

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Experiencias como la ofrecida por OceanGate no son habituales en el sector, que se limitan a mostrar el lecho oceánico a varios cientos de metros. Este tipo de turismo más extremo se ha convertido en una tendencia entre aquellos clientes de clase alta que buscan un subidón de adrenalina, superando los límites de los viajes convencionales. Según el último informe Knight Frank, la población que atesora más de 30 millones de dólares ha crecido un 44% desde 2017. Con este incremento, aumenta la demanda de este tipo de aventuras. 

Por ejemplo, Virgin Galactic anunció a mediados de junio que los viajes comerciales de su línea espacial ese mismo mes, con un viaje a bordo del Galactic 0 entre el 27 y el 30 de junio y una segunda edición a principios de agosto. La compañía ha anunciado que prevé programar viajes todos los meses. La compañía ha asegurado en un comunicado de prensa que se podrá viajar al espacio desde los 450.000 dólares y que ya ha vendido 800 billetes.

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