El autodenominado Estado Islámico,que controla grandes partes del país en el norte y el oeste y que ya había atentado en la zona, se ha atribuido en un comunicado el ataque de esta ciudad, a 50 kilómetros al sur de Baquba, capital provincial de Diyala, y de población mayoritariamente chií. Los yihadistas aseguraron que un suicida se detonó en un vehículo con tres toneladas de explosivos.
La fuerza de la detonación provocó graves daños en varios edificios colindantes, cuyos escombros cayeron sobre las personas que se encontraban en la calle. También causó incendios en locales comerciales. Tras la explosión, se produjeron disturbios: grupos de personas aplacaron su ira rompiendo las ventanas de los coches que estaban aparcados en la zona del mercado.
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