Más de 50 personas estaban entrando en el servicio de urgencias del hospital para acompañar el cuerpo de Kasi cuando la bomba estalló, según han contado los testigos a Reuters. Además de la explosión, en el centro de salud se produjo un tiroteo, según han confirmado los servicios de seguridad del país.
Por el momento, se desconoce el motivo del ataque, ya que ningún grupo terrorista a reivindicado su autoría. Por el momento, el Gobierno de Pakistán ha declarado el estado de emergencia en todos los hospitales del país.
El ministro del Interior de Baluchistán, Sarfraz Bugti, ha declarado al canal de televisión Geo que se trata de un ataque suicida "planeado", que contaba con el atentado contra el abogado y la llegada de otros letrados al hospital. "Sabían que dispararían al abogado y que otros abogados irían al hospital. El suicida explotó las bombas que portaba cuando los abogados fueron al hospital", dijo Zehri. La policía ha acordonado el hospital después de la explosión, y ha restringido el acceso a la zona.
Los asesinatos selectivos se han vuelto cada vez más comunes en Quetta, la capital de una provincia que está experimentando el aumento de la violencia relacionada con la insurgencia separatista, así como las tensiones sectarias y la creciente delincuencia.
El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, ha condenado las muertes en un comunicado en el que ha explicado que "no se permitirá a nadie perturbar la paz".
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