"El 70% la bebe más de la mitad de los días de estancia, y un 47% todos los días", especifica Jacobo Olalla, presidente de Cerveceros de España (CdE) . Y según la FIAB (Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas), a través de un estudio del panel de marcas, las de cerveza además se encuentran entre los nueve productos más recordados por los visitantes. No es sólo un indicador de la crisis.
Sin duda, todo ello debe favorecer la exportación a sus países de origen, un hecho que se ha duplicado en los últimos cuatro años, y también ha contribuido en su medida y pone de manifiesto la apuesta por la internacionalización de las compañías cerveceras españolas. Mahou-San Miguel ha adquirido una planta en la India, Estrella de Galicia ya produce directamente en Brasil, Damm (a través de Font-Salem) en Portugal… No se trata ya de mandar contenedores, sino que se empieza a producir localmente.
La llegada récord de turistas durante 2013 (60 millones) contribuyó a estimular el consumo en el sector hostelero, donde aumentó el número de veces que se pidió una caña un 12% respecto al año anterior, que seguía acumulando caídas desde lo más duro de la crisis iniciada en 2008. Que la mitad procedan de Reino Unido y de Alemania, grandes trasegadores del líquido elemento, ha ayudado sin duda a esa recuperación.
Sin embargo, llama la atención que más de la mitad de las exportaciones españolas de cerveza (52,3 millones de litros) van a parar a Guinea Ecuatorial, quizás por nostalgia de la época colonial, mientras que le siguen en volumen Portugal (13,9 millones de litros), por delante de Reino Unido (12,6 millones de litros) y Alemania (1,9 millones de litros).
Aunque mejorando un 10% la venta en el exterior, todo ello no es todavía capaz de enjugar el déficit en la balanza comercial, que ofrece un saldo negativo (3,8 millones de Hl importados frente a los 1,3 millones de Hl exportados). Sin duda, la venta de marcas de distribución o "marcas blancas" pesa mucho, (el 90% de esa cifra la proporcionan Francia, Holanda y Alemania), proveedores de los grandes hipermercados, y hasta Mercadona ha cambiado de fabricante este año decantándose por un fabricante galo.
Hábitos de consumo saludables
Una idea en la que CdE gusta hacer hincapié (como lo demuestra su último informe socieeconómico) es en el consumo responsable que de esta bebida hacen los españoles en general. "El binomio cervecita/aperitivo se realiza en el 80% de las ocasiones, siendo un comportamiento social habitual consagrarlo en compañía: no se bebe cerveza en solitario buscando el alcohol y la borrachera, sino acompañada de alimentos y en un rito de socialización", apunta Olalla. "Además es un producto sano, no son calorías vacías, tiene multitud de micronutrientes y su consumo normalizado está incluso indicado en la pirámide nutricional y en la dieta mediterránea".
Además, es un sector pionero en la autorregulación publicitaria, y son muy meritorias las campañas que se realizan entorno a la cerveza sin alcohol, de la que España es consumidor destacado en Europa, de las campañas en conductores ("la carretera te pide sin"), en jóvenes ("un dedo de espuma, dos dedos de frente") o en mujeres embarazadas y lactantes ("porque él bebe lo que tú bebes"). En este sentido, las compañías cerveceras que forman la asociación (Mahou-San Miguel, Heineken, Damm, Hijos de Rivera, Cía Cervecera Canaria y La Zaragozana) disfrutan del mayor ratio de gasto por empleado dentro de la industria alimentaria y el segundo en inversión por ventas, lo que indica mayores índices de formación, de innovación y de investigación, con el lanzamiento de nuevos productos, formatos y canales.
"Como prueba de su compromiso con el medio ambiente, el sector cervecero recuperó en 2013 el 79% de los envases que lanzó al mercado (cuatro puntos más que en 2012), ya fuese por reutilización o reciclaje", detalla el director de CdE. Para reducir el impacto en su entorno, varias compañías redujeron el peso de sus botellas y latas, consiguiendo un ahorro de energía equivalente al consumo de más de 5 millones de hogares y una reducción de las emisiones contaminantes equiparables a las producidas por más de 100.000 coches en un año. "Entre 2008 y 2014, un 15% menos de agua, equivalente al consumo de 20 millones de habitantes en un día; un 19% menos de electricidad, igual al gasto de 23.000 hogares en un año; y un 24% menos de emisiones de CO2, lo que producen 42.000 europeos en un mes".
Con estas cifras y maneras, no podía por menos que expresar su satisfacción la ministra García Tejerina: "La industria cervecera es ejemplo de un uso eficiente de la energía y los recursos, por lo que la felicitamos por sus procesos cada vez más sostenibles. También nos gustaría señalar otro aspecto fundamental que es su compromiso con la sociedad promoviendo un consumo responsable, siendo pioneros hace ya 19 años en la autorregulación y en planes especiales de educación, información y sensibilización. El año pasado, hubo un descenso del 80% en el número de quejas y reclamaciones sobre 2012".
Cambios de paradigma en el sector
Lo que no se sabe muy bien, y yo no lo tengo tan claro, es si el notorio descenso del consumo per capita se debe más a la crisis o a la concienciación ciudadana… Hemos pasado de una cifra récord entre 2004 y 2006 que rondaba los 60 litros de cerveza al año al de 46,3 litros en 2013, por debajo del promedio europeo situado en los 65 litros y muy alejado del de países como Chequia (145 l) o Rumanía (89 l) con menor renta per capita. Sabiendo que el consumo del hogar ha crecido hasta el 38% (donde dominan las marcas blancas, a las que se destinan más del 80% de las importaciones totales ?la mitad, casi 200 millones de litros, proceden sólo de Francia-, uno de los flancos abiertos), y que una buena parte del consumo nacional lo realizan los 60 millones de turistas que recibimos (la mitad proceden del Reino Unido y Alemania, habituales degustadores de esta bebida), no es de extrañar la preocupación que ronda en los despachos directivos ante el auge y apogeo de pequeños fabricantes artesanales que en los últimos cinco años han surgido por toda España (más de 130 microcervecerías sin exagerar, este es el otro flanco abierto) y que suman el 1% de la cuota de mercado (unos 50.000 Hl), pero que en otros países como EEUU llega ya al 8% .
Y no es que fabriquen en sótanos ni garajes, eso en todo caso lo hacen los cada vez mayor número de aficionados que adquieren un kit de homebrew por Internet, sino desde antiguas masías rehabilitadas hasta modernas naves industriales, con todos los registros sanitarios en regla y cumpliendo con diversas normativas locales y autonómicas. Es quizás por ello que el Ministerio está trabajando en una nueva normativa que actualice y regule bajo criterios de innovación y calidad con los que proteger lo que se entiende por cerveza y favorecer la competencia de todos.
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