Aunque es cierto que hace falta un crecimiento económico sólido para que la Fed acceda a incrementar el precio del dinero desde los mínimos históricos actuales, la idea generalizada es que este movimiento es una "mala noticia" para los inversores de Bolsa y tampoco es bueno para los de deuda.
Teóricamente, dentro de las estrategias de renta variable las de baja volatilidad serían las más vulnerables a un ciclo alcista de los tipos, puesto que tienden a comportarse como los bonos. Pero Pim van Vliet, gestor senior de Robeco, da la vuelta a esta idea, tras analizar los rendimientos de este tipo de apuestas entre 1988 y 2013.
"El débil comportamiento de las estrategias de baja volatilidad tras un incremento del precio del dinero es sólo temporal", afirma. Los resultados, explica, muestran que el movimiento de estas acciones se correlaciona positivamente con el rendimiento de los bonos. Según se alarga el horizonte de inversión, el efecto negativo disminuye, más en el caso de Robeco Conservative Equities ("que puede ser plano en 36 meses"), pues incluye "factores de valoración y, especialmente, de momentum, que, combinados, reducen la sensibilidad a los tipos de interés".
Ahora bien, ¿significa esto que esta es la operativa adecuada de cara a la subida de tipos? Según los datos, estas estrategias ofrecen cierta ventaja, pero "para los inversores que aspiran a eliminar este riesgo, pueden no ser la herramienta más adecuada". Pues, si el inversor, más allá de intentar capturar la prima de baja volatilidad, "tiene un punto de vista táctico sobre los tipos, la mejor manera de ponerlo en práctica es con instrumentos que proporcionen exposición directa a cambios en este sentido, como futuros de bonos o swaps sobre los tipos de interés".
En cualquier caso, Pim van Vliet cree que no se debe temer al incremento del precio del dinero, pues será "un no-evento". No sólo importa la dirección de los tipos, "sino también su nivel absoluto. Si suben a 0,25% o 0,50%, apenas hacen que una rentabilidad por dividendo del 3% en acciones sea menos atractivas". Durante los últimos 90 años, la rentabilidad por dividendo ha sido inferior a los tipos la mayor parte del tiempo y, por el momento, estamos muy lejos de esa situación.
De momento, el ritmo de subida del precio del dinero se espera que sea muy gradual y siempre dependiendo de los datos. Concretamente, Goldman Sachs espera cuatro alzas en 2016, hasta niveles del 1%. Con todo, desde Robeco señalan que incluso si se alcanzara dicho porcentaje "no sería necesariamente malo para las acciones defensivas (…) Un punto de inflexión potencial podría llegar cuando los tipos coincidan con el dividendo de las acciones".
hemeroteca