Volkswagen comenzó la semana pasada a interrumpir la producción del Golf y el Passat en seis fábricas en Alemania hasta finales de agosto por problemas con dos suministradores de componentes, medida que iba a afectar a casi 28.000 trabajadores.
El Gobierno alemán exigió a Volkswagen y a los dos suministradores de componentes que llegaran a una solución rápida en su disputa, que también afecta a otras compañías.
La producción se iba a parar en las fábricas de Emden, Wolsburg, Zwickau, Kassel, Salzgitter y Braunschweig.
Los suministradores no querían proveer las piezas y acusaban a Volkswagen de abuso de poder en el mercado al haber rescindido contratos sin motivo y sin aviso previo como consecuencia de la crisis que ha generado la manipulación de las emisiones de gases contaminantes.
Las dos empresas suministradoras del grupo Prevent, Car Trim y Es Automobil Guss, que proveen a Volkswagen de fundas para los asientos y componentes para motores,acordaron con la automovilística guardar silencio sobre los detalles de la decisión de retomar la producción.
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