En estos últimos días, muchos os habréis dado cuenta de la aparición de un mensaje de WhatsApp en cada una de las conversaciones que tenéis con vuestros amigos o grupos. Junto al icono de un candado puede leerse:
"Las llamadas y mensajes enviados a este chat ahora están seguros con cifrado de extremo a extremo. Pulsa para más información".
Lo que aparentemente podría ser una actualización sencilla en esta aplicación ha provocado un gran revuelo en la industria tecnológica. En concreto, el anuncio de WhatsApp garantiza a sus mil millones de usuarios en todo el mundo que ni la compañía en sí ni otras terceras partes pueden escuchar o leer nada de lo que se envíen entre ellos -lo que incluye mensajes, fotos, vídeos, mensajes de voz, documentos o llamadas.
Para WhatsApp no tener acceso a este tipo de datos tiene una gran transcendencia. Hubo insinuaciones en cuanto si este movimiento respondía al caso Apple – FBI, pero yo creo que es improbable. Seguramente, llevaban tiempo desarrollando y probando el cifrado de extremo a extremo a gran escala. Y es que un cambio así no podría implementarse sin una completa comprobación y planificación, es decir, había que asegurarse de que no tendría un impacto negativo en su masiva base de usuarios.
¿Cómo afectará a los usuarios?
El cifrado es muy común en el entorno de Internet. Si un usuario realiza una compra online o visita Google.com, en el navegador se visualiza un candado y las letras HTTPS, lo que significa que los datos que se envían están cifrados o escondidos por si alguien planea interceptar o robar la información, como el número de una tarjeta de crédito. WhatsApp ha llevado esto un poco más lejos porque es la plataforma de mensajería más grande del mundo y funciona en servidores de diferentes dispositivos, dando un paso audaz por su parte. La diferencia entre aplicar o no cifrado extremo a extremo, es la misma que entre enviar una tarjeta postal sabiendo que cualquiera la puede leer, incluido el cartero, y meter esa tarjeta en un sobre de manera que solo pueda leerla el receptor.
Ahora un mensaje enviado a través de WhatsApp está cifrado desde el momento en el que parte del dispositivo del que lo manda hasta cuando es recibido por el receptor. Nadie entremedias, incluyendo WhatsApp, puede ver su contenido, ni siquiera si es captado antes de llegar a su destino. Los usuarios tienen la garantía de que sus mensajes y llamadas están protegidos en el caso de que alguien quiera interceptarlos. El servicio continúa funcionando igual que antes, de manera que no notarán ninguna diferencia.
¿Y por qué se está hablando tanto de esto?
El hecho de que ni siquiera WhatsApp pueda ver los mensajes o escuchar las llamadas significa que si la compañía recibe un requerimiento legal solicitando datos o mensajes personales de alguien, no podrá acceder a ellos y no podrá hacer nada al respecto. Con esta implementación de WhatsApp, va a resultar realmente difícil para los organismos de seguridad públicos tener acceso legal a datos que podrían necesitar para sus investigaciones. Será también interesante ver lo que ocurre en relación con la sentencia dictada a principios de año por la Corta Europea de Derechos Humanos, en cuanto a que las compañías tienen derecho a leer los mensajes privados de los empleados en sus puestos de trabajo si estos violan una norma establecida. Algo que será muy difícil de hacer con el cifrado de mensajes de WhatsApp.
¿Cómo pueden reaccionar los gobiernos?
Existe un debate respecto a si los gobiernos tendrían que prohibir esta función, si bien sería realmente difícil hacerlo. Prohibir el cifrado podría dañar enormemente a la economía digital. Necesitamos cifrar para mantener a salvo nuestros datos personales, pero también necesitamos encontrar un punto medio en el que las fuerzas de seguridad tengan acceso legal a estos para facilitar sus investigaciones.
En este momento, estamos en medio de un interesante dilema; por una parte, compartimos nuestros datos personales en Internet con total libertad, algo que los cibercriminales saben capitalizar. Sin embargo, por otra, queremos tener la seguridad de que no estamos siendo indebidamente monitorizados pues supondría perder nuestra privacidad. Sin duda, si otros servicios de mensajería como Viber, Facebook Messenger y Snapchat reaccionaran de igual manera que WhatsApp podría estallar en nuestras manos una verdadera revolución en torno al cifrado.
Alex López de Atxer, Country Manager Iberia, F5 Networks
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