Y no se salva ni la Corona

El caso Palma Arena que creció bajo la sombra del gobierno balear de Jaume Matas fue el germen por el cual cayó en desgracia el marido de la Infanta Cristina. Mientras crecía de manera exponencial los sobrecostes de la obra monumental de un velódromo que iba albergar unos mundiales de ciclismo de pista cubierta, el patrimonio de Matas (condenado por tráfico de influencias, en la cárcel estrenando el tercer grado, y a la espera de nuevos juicios) aumentaba proporcionalmente.  Según avanzó el juez Castro en la investigación se topó con que la fundación pública Illesport, que gestionaba las obras de un símbolo del despilfarro del boom inmobiliario, tenía un contrato con el famoso Instituto Nóos.
 
La entidad creada por Urdangarín y su socio Diego Torres, en principio sin ánimo de lucro, había logrado contratos millonarios con la Comunidad Valenciana y de Baleares por organizar eventos. Demasiada lucrativa para una entidad así. Alrededor del Instituto habían creado una decena de sociedades donde desembocaban todos los ingresos. Según el juez el Instituto Nóos era utilizado como empresa pantalla para desviar fondos públicos.
 
Hasta aquí las manos de Cristina de Borbón estaban limpias a tenor de su declaración de no saber nada de los negocios de marido. Sin embargo, la Infanta fue vocal del Instituto Nóos y la empresa familiar compartida con el Duque de Palma Aizoon también estaba implicada en el sistema de facturas falsas. Para la justicia Aizoon era una empresa instrumental para defraudar a Hacienda.
 
Urdangarín fue imputado por nueve delitos societarios y vinculados al blanqueo de dinero y fraude fiscal en diciembre de 2011. Dos años después fue imputada por primera vez la Infanta Cristina, aunque fue levantada por las maniobras del Fiscal Horrach. El juez Castro volvió a insistir a principio de año imputándola dos delitos fiscales y uno por blanqueo de dinero, según el magistrado la hermana del Rey habría colaborado en los delitos de su marido, "lucrándose en su propio beneficio y, de otra, facilitando los medios para que lo hiciera su marido, mediante la colaboración silenciosa de su 50% del capital social, de los fondos ilícitamente ingresados en la entidad mercantil Aizoon. Se conseguía el dinero a costa de las arcas públicas y con el vaciado de sus fondos (de Nóos) que, eran además de ilícitos", rezaba en su auto.
 
Hacienda, la Abogacía del Estado y la Fiscalía en ningún momento han compartido las acusaciones del juez. Finalmente, la imputación la han tenido que deliberar la Audiencia de Palma. Ayer viernes, por unanimidad decidió mantener la imputación por delitos fiscales y levantar la de blanqueo de dinero.
 
Ahora está por ver si la hermana del Rey se sentará junto a su marido en el banquillo de los acusados cuando se inicie el juicio. Los abogados del despacho de Miquel Roca ya han mentado la famosa Doctrina Botín, por la cual es posible que Cristina evite ser acusada. Según la jurisprudencia, una única acusación popular, en este caso el sindicato Manos Limpias, no es suficiente para imputar a una persona en caso de delitos contra la Hacienda Pública si no lo hace la Fiscalía o la Abogacía del Estado. La abogado del sindicato cree una vez formuladas las acusaciones no se puede aplicar la Doctrina Botín.
 
Está previsto que el juicio del Caso Nóos se celebre en 2016, en el cual además de la Infanta Cristina, está imputado Urdangarín por nueve delitos, al igual que su socio Torres y su mujer. En el caso también están imputadas otras doce personas que pertenecieron al gobierno balear y valenciano, entre los que destaca Jaume Matas.
 

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