Aunque no ha dado pistas sobre cuándo se producirá el primer incremento del dinero desde 2006, ni tampoco sobre cuántas veces se podría incrementar, Yellen sí se ha mostrado más optimista sobre la economía que en su anterior intervención ante la Cámara (que se produjo en febrero). Recordemos que el consenso apuesta por un aumento en septiembre y, quizá, en diciembre.
"De cara al futuro, las perspectivas son favorables hacia una mayor mejora del mercado laboral y de la economía en general", ha afirmado. En positivo, ha llamado la atención sobre los bajos precios de la gasolina, la mayor confianza de los consumidores y un repunte en el gasto.
Si bien, ha reconocido que aún hay cierto "déficit" en el empleo y que el repunte salarial solo ha dado "señales tentativas", también ha destacado que "últimamente, las lecturas mensuales de inflación se han mantenido firmes".
Asimismo, ha hecho referencia hacia los riesgos, moderados, que suponen los acontecimientos internacionales, centrándose en China, que "continúa lidiando con los desafíos que le plantea su elevada deuda, la debilidad de su mercado inmobiliario y la volatilidad", y en Grecia, cuya situación "sigue siendo difícil".
Con todo, ha concluido que "si la economía evoluciona como esperamos, las condiciones probablemente harían adecuado" que, "en algún momento de este año", se produzca la primera subida de tipos.
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