Entre el 27% y el 40%, según varios sondeos. Este es el porcentaje de abstención que se prevé para las segundas elecciones generales el próximo 26 de junio en España.

Vista la imposibilidad de los principales partidos para ponerse de acuerdo y formar Gobierno, el Rey Felipe VI lo que ha dejado claro es que quiere dos cosas ante estos nuevos comicios: austeridad y no resultar 'cansinos'. Sí, señores, 'cansinos'. Este es el término que define a los políticos de este país. Para cualquier ciudadano, no cumplir con sus obligaciones laborales significa la pérdida inmediata de su puesto de trabajo. ¿Y qué ocurre cuando los políticos no cumplen con las suyas? Nada, no ocurre nada. Volvemos a empezar.

Y ya sobra decir lo que va a pasar. Según las últimas encuestas, el Partido Popular conseguiría arañar algún escaño a sus competidores, y el PSOE perdería más votos de los conseguidos el 20D. El dilema se encuentra en los partidos emergentes: hay datos confrontados. Algunos dicen que Ciudadanos ganaría escaños y se posicionaría como favorito para intentar conseguir junto con el PP la mayoría absoluta. Pero otros sondeos dejan ver que sería Podemos el que lograría los votos de aquellos electores que el 20D dudaban entre la formación morada y la naranja -por considerarlos de ideología similar-, y se decantaron finalmente por esta última.

Sea como fuere, es más que probable que los resultados del 20D no dejen nada claro, sino a la pura inventiva. Y, a este paso, nos vamos a finales de año sin tener Gobierno. Y, en ese caso, ¿qué haríamos? ¿Repetir elecciones de nuevo? De momento, las arcas del Estado español ya se preparan para un gasto en precampañas y costes electorales que será muy similar al del 20D: nada más y nada menos que 135 millones de euros.

La situación que vive ahora España me recuerda a la acontecida en Bélgica en 2010. Ese año ganó las elecciones Nueva Alianza Flamenca (N-VA), partido que, que entre otras cosas, impulsaba la independencia de Flandes. A partir de ahí, las negociaciones para formar coalición se volvieron difíciles, y el país estuvo casi un año y medio sin Ejecutivo.

Pero, como ya hemos dicho en otros editoriales, ¿estamos mejor sin Gobierno? Bélgica creció más del 2% entre las elecciones de junio de 2010 y el 6 de diciembre de 2011, el día en que el socialdemócrata Elio Di Rupo se convirtió en primer ministro. El crecimiento, el desempleo y las cuentas públicas evolucionaron incluso mejor que la media de la Zona Euro.

Echaremos cuentas. De momento, el PIB español ha crecido un 0,8% en el primer trimestre de este año con respecto al mismo periodo de 2015. Debe ser que el país está aprendiendo a vivir sin tanto 'cansino'.

Laura Sánchez, directora de DIRIGENTES.