La presencia de las mujeres en los Consejos de Administración de las cotizadas españolas se ha incrementado con el paso de los años, pasando del 16,09% en 2013 al 36,1% en 2022. Algo que podría seguir incrementándose con las medidas que se están siguiendo por parte de Europa, según cree Mariana González, Project Manager Morrow […]
| 16 mar 2023
La presencia de las mujeres en los Consejos de Administración de las cotizadas españolas se ha incrementado con el paso de los años, pasando del 16,09% en 2013 al 36,1% en 2022. Algo que podría seguir incrementándose con las medidas que se están siguiendo por parte de Europa, según cree Mariana González, Project Manager Morrow Sodali.
Al término de la temporada de juntas de 2022, las empresas del IBEX-35 contaron con una presencia de mujeres en sus consejos del 36.1% de media. Si comparamos este dato con otros países europeos, encontramos que en Francia, Reino Unido o Italia la media de mujeres en el consejo fue mayor: 43.2%, 39.4% y 43.3% respectivamente; mientras que en Alemania, Grecia o Portugal fue menor: 35.2%, 24.4% y 36.0% en ese orden.
Un reciente análisis realizado por Morrow Sodali revela que en aquellos países en los que se regula la diversidad de género en el consejo de administración (Alemania, Italia o Francia), la media de mujeres en el consejo excede el suelo legal*, mientras que en los países cuya guía en la materia son las recomendaciones del código de buen gobierno específico del país y no la ley (como en España), las medias de diversidad no llegan a alcanzar del todo los umbrales-objetivo recomendados.
* a excepción de Grecia, país en el que existe un desajuste producido por la reciente aprobación (por ley) de una cuota de diversidad, pero cuyos consejeros son reelegidos cada 4 años).
Si ponemos el foco en España, la evolución fue muy lenta durante los primeros años de la década y con un impulso paulatino pero significativo en los últimos siete. De este modo se convierte en el principal catalizador la reforma del código de buen gobierno de las sociedades cotizadas tanto en 2015, año en el que se establecía por primera vez un objetivo a alcanzar para 2020 relativo a la cuota de representación de las mujeres en el consejo (del 30%), como en 2020, momento en el que se elevó dicha cuota al 40% para 2022.
Si analizamos los datos concretos que reflejan la realidad de los consejos de administración de las sociedades cotizadas que en su día componían el IBEX-35 en términos de diversidad de género*, encontramos que en 2013 y 2014 la media de mujeres en los consejos de estas sociedades fue del 16.09% y 17.29% respectivamente, en 2015 se incrementó hasta el 20.07%, en 2020 alcanzó un 31.16% y en 2022 alcanzó su máximo histórico del 36.1%, lo que evidencia la afirmación anterior. Por otro lado, cabe resaltar que hay muy pocas consejeras que ostenten el título de ejecutivas, en contraposición con las que llegan al consejo en calidad de independientes, lo que evidencia el escaso desarrollo a día de hoy del papel de la mujer como gestora dentro de la empresa.
* Datos extraídos de la CNMV – estadísticas anuales de gobierno corporativo sobre sociedades cotizadas.
Definitivamente, pero, en mi opinión, no sólo por el hecho de ser mujer, sino por la aportación a la empresa / al Consejo de Administración de unas capacidades relevantes distintas a las del hombre, pero complementarias y esenciales para el buen y eficiente funcionamiento de la organización o del órgano de gobierno en cuestión.
Desde mi punto de vista, en una empresa, un Consejo de Administración o cualquier otro órgano de gobierno, cuanta más diversidad haya, no sólo en términos de género sino relativa a la edad, la procedencia, la educación, la ideología, etc. más enriquecedoras serán las interlocuciones entre sus consejeros y consecuentemente, más completa la decisión final. Por otro lado, la realidad a la que hoy en día se enfrentan las organizaciones es cada vez más compleja y cambiante, por tanto, se necesita una mayor diversidad en los máximos órganos de gestión y supervisión para saber interpretar mejor dicha realidad tan poliédrica y así poder tomar mejores decisiones.
Creo que las empresas, como agentes de cambio dentro de la sociedad, ya apostaban por una mayor presencia de mujeres en los Consejos de Administración motivadas, en primer lugar, por la Agenda 2030 de las Naciones Unidas y sus diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible, “para la preparación a nivel mundial de un futuro que asegure la estabilidad, un planeta saludable, unas sociedades justas, inclusivas y resilientes, y unas economías prósperas.”* Una segunda motivación se derivó de las sucesivas reformas del código de buen gobierno español de 2015 y 2020 apuntadas más arriba que, entre otras cuestiones, dieron respuesta a las inquietudes y expectativas de los stakeholders (proxy advisers e inversores institucionales) en esta materia.
Sin embargo, y como ya se ha mencionado, el hecho de que exista una ley específica que regule la presencia de consejeras en los consejos de administración sí creo que ayudará a impulsar cuotas mayores y más alineadas con el objetivo establecido del 40%.
*texto extraído de la comunicación de la comisión europea al parlamento europeo, al consejo europeo, al consejo, al banco central europeo, al comité económico y social europeo y al comité de las regiones en Bruselas a 8 de marzo de 2018.
En Europa, la directiva europea “Women on Boards” aprobada en junio de 2022, persigue impulsar el equilibrio de género en empresas cotizadas de la Union Europea de tal forma que las compañías cumplan los objetivos establecidos en la misma antes de junio de 2026, incluyendo, por ejemplo que el 40% de los consejeros no ejecutivos y el 30% de todos los consejeros se ostenten por el sexo menos representado. Si bien es cierto que podría esperarse una mayor convergencia hacia Consejos de Administración más paritarios, uno de los interrogantes reside en ver de qué manera responde cada país miembro ante esta directiva, en qué se traduce a la hora de trasponerla a su legislación y con qué celeridad se produce lo anterior.
A nivel España, hace unos días el consejo de ministros aprobó el anteproyecto de Ley de representación paritaria de mujeres y hombres en órganos de decisión, acelerando la trasposición de la directiva europea a la legislación española y estableciendo un horizonte temporal para su cumplimiento de julio de 2024. Lo anterior hace suponer que en los próximos añose se tenderá hacia un mayor alineamiento entre la media de mujeres presentes en los consejos de administración y el umbral objetivo, ahora sí establecido en la regulación española, del 40%.
Por aportar unas pinceladas sobre el contexto, el grupo de expertos de alto nivel sobre finanzas nombrados por la Comisión Europea en 2016 publicó, en su informe final de 2018, que las finanzas sostenibles se articulan en torno a dos imperativos urgentes, uno de los cuales era reforzar la estabilidad financiera mediante la incorporación de los factores ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) a la toma de decisiones de inversión. A día de hoy esta pata del Plan se encuentra en proceso de desarrollo relativo a un proyecto de normas para incluir aspectos ASG en el asesoramiento que las empresas de servicios de inversión y los distribuidores de seguros ofrecen a clientes particulares.
Actualmente, muchos inversores institucionales y gestores de activos tienen en cuenta los factores ASG, no sólo en la toma de decisiones de inversión, sino en lo relativo a su permanencia en el capital de una empresa. En la medida en que el Plan de Acción de la EU impulse el análisis de aspectos sociales y de gobernanza (incluyendo las cuotas de diversidad de género, tanto en el consejo, como en puestos directivos) en las decisiones de inversión de los inversores institucionales y otros agentes del mercado a través de normas, mayor integración supondrá para la mujer. Esto vendría motivado por un mayor esfuerzo de las organizaciones por cumplir con estos factores, tanto para alinear las expectativas de sus inversores con la realidad de la compañía, como para atraer potenciales flujos de inversión.
*comunicación de la comisión europea al parlamento europeo, al consejo europeo, al consejo, al banco central europeo, al comité económico y social europeo y al comité de las regiones en Bruselas a 8 de marzo de 2018.
