Frente a la unanimidad existente respecto a la no actuación de la FED esta semana y del BCE la pasada, el encuentro de hoy del Banco de Inglaterra suscita no pocas dudas. Incertidumbres que no producía un encuentro de la entidad desde hace muchos meses. Según constatan desde Monex Europe, los mercados se muestran divididos en sus apuestas en un contexto complicado para la máxima autoridad monetaria británica. No en vano la clave está en el contraste entre los débiles datos de la economía de Reino Unido del último trimestre de 2019 (que han rebotado desde las elecciones de diciembre) y los de confianza inversora y del mercado laboral, que son positivos. Por tanto, estamos ante una decisión compleja. Una de las derivadas de la decisión estará en la reacción de la libra.
Discusión entre datos y confianza
James Moir, analista de Renta Variable del Reino Unido en Jupiter AM, pone sobre la mesa ese porcentaje del 60% del mercado que espera para hoy un recorte de tipos de interés. Sin embargo, matiza que esa expectativa se ha basado mucho en “datos del período preelectoral y pasa por alto el fuerte aumento de confianza que ha experimentado Reino Unido desde entonces”. Y es que, desde los comicios del 12 de diciembre en los que resultaba claro vencedor el primer ministro, Boris Johnson, se han visto aspectos positivos, por ejemplo, en el sector inmobiliario, donde “por primera vez después de siete meses, hay un mayor interés de los compradores”, un interés que es el más alto desde el referéndum del Brexit. De hecho, el portal inmobiliario Rightmove señala que el precio medio de las nuevas propiedades que ingresan a su plataforma ha aumentado en un 2,3% mes a mes.
Gilles Moëc, Group Chief Economist en AXA IM, recuerda que ha habido miembros del Comité de Política Monetaria de la entidad que han insistido en un recorte del precio del dinero “preventivo” en esta reunión de enero. Sin embargo, destaca los recientes brotes verdes en forma de PMI de servicios, que hace menos de una semana se situaba en 52,9 puntos, por encima de las previsiones y del dato anterior.
Contradicciones que comprometen el papel del Banco de Inglaterra porque, a juicio de Moëc, “puede estar en medio de un rebote postelectoral que puede hacer que no resista las duras negociaciones de un difícil acuerdo de libre comercio con la UE”. En este sentido -afirma- “tendría sentido ser preventivo”.
Por su parte, David Page, también de AXA Investment Managers, recuerda el problema de comunicación que ha paseado el Banco de Inglaterra bajo el mandato de Mark Carney, al generar expectativas que luego no ha cumplido. Sucedió, por ejemplo, “en febrero de 2018 cuando el mercado anticipó una subida inminente de los tipos de interés ante ciertos comentarios del Comité de Política Monetaria en ese sentido”.
Este experto menciona también que las estimaciones de crecimiento de la entidad para 2021 y 2022 ( del 1,8 y 2%, respectivamente) se basaban en la previsión de un Brexit suave que, a su juicio, “es cuestionable”. Por ambas razones, Page -quien prevé un crecimiento del país del 1% para 2021- cree que el Banco de Inglaterra podría optar por un enfoque cauteloso, lo que podría suponer “un recorte de tasas entre 0,25% y un 0,50% en enero”. Eso sí, de confirmarse, señala que “la política de tipos se mantendrá sin cambios el resto del año”.
Para Philippe Waechter, director de Investigación Económica de Ostrum AM (Natixis IM), la de hoy será una reunión interesante porque el Banco de Inglaterra tendrá que revelar su orden de jerarquía. Tendrá que poner en un lado de la balanza los riesgos con el Brexit y, en el otro, el último resultado del índice actividad manufacturera de Markit, que arrojaba “una lectura por encima de los 50 puntos en enero”.
Este experto tiene claro que “unos tipos más bajos suavizarían la transición” que el país debe hacer tras la salida de la UE, pero esta “actuación preventiva” entra en contradicción con “los últimos datos del mercado laboral, tanto en lo que se refiere al empleo como a los salarios reales” dado que éstos apoyan la idea de “no hacer cambios en la política monetaria”.
En todo caso, para el banco privado suizo Julius Baer, existe el convencimiento de que el Brexit causará sí o sí consecuencias económicas y es posible que provoque rebajas de tipos por parte del Banco de Inglaterra. Está por ver si comienzan este jueves. Lo que parece claro es que una vez agotada esta vía, las únicas opciones que le quedarían a la entidad, según este banco, serían “recurrir a la flexibilización cuantitativa nuevamente (QE) o romper con el límite del 0,5%, que enviaría señales alarmantes sobre el estado del país a los mercados”.
2020-01-29 16:33:36