Las Letras del Tesoro se han convertido en uno de los grandes activos de inversión de este año. Una sorpresa que se lleva cocinando desde mayo del año pasado, ya que desde 2016 hasta 2022 la rentabilidad de estos activos era negativa. Sin embargo, en las últimas subastas, estas llegaron a emitir a un interés […]
Las Letras del Tesoro se han convertido en uno de los grandes activos de inversión de este año. Una sorpresa que se lleva cocinando desde mayo del año pasado, ya que desde 2016 hasta 2022 la rentabilidad de estos activos era negativa. Sin embargo, en las últimas subastas, estas llegaron a emitir a un interés próximo al 3%. Esto ha causado furor en los pequeños y medianos inversores que han hecho largas colas fuera del Banco de España para hacerse con sus Letras.
En este contexto, hoy se ha cerrado una nueva ronda de subastas con Letras a 6 meses y a 12 meses con un interés del 3,11% y del 3,29% respectivamente y con la que el Estado espera captar hasta 5.500 millones de euros. Con todo, los expertos fiscales de TaxDown avisan que estos activos, aunque con un rendimiento muy interesante, no están libres de cargas fiscales. Tanto las Letras como los Bonos del Estado son rendimientos del capital mobiliario y, como tal, tributan en la base imponible del ahorro que va del 19% al 28%. De hecho, esta es una de las grandes novedades fiscales de este año, ya que en 2022 el tramo más alto tenía un tipo del 26%, es decir, ha subido dos puntos.
Desde TaxDown aclaran que la parte que se tributa es solo aquella que proviene del beneficio que obtengamos de estos productos, es decir, por la amortización del Bono o la Letra (la diferencia del importe de compra y el de venta). También hay que tener en cuenta que las Letras del Tesoro (con un plazo de entre 3 a 12 meses) no están sujetas a retención mientras que los Bonos del Estado (con un plazo de entre 2 y 5 años) sí que lo están. Esto significa que en el caso de las Letras no nos retendrán nada, pero con los Bonos sí.
Para incluirlo en la declaración de la Renta 2022 –a realizar este año 2023- la venta o el vencimiento de la Letra se deberá haber producido el año pasado. Es decir, para todos aquellos que hayan comprado Letras este año deberán esperar a declararlo cuando obtengan los rendimientos. Asimismo, las adquisiciones de Letras del Tesoro o Bonos que se hagan en 2023 se tendrán que presentar en la campaña de la declaración de la renta que tendrá lugar en 2024, por lo que no afectarán a la campaña de este año que comenzará el 11 de abril, según informan desde TaxDown.
En concreto, dentro de la declaración de la Renta, los rendimientos de las Letras del Tesoro se deben incluir en la casilla número 30 correspondiente a los rendimientos procedentes de la transmisión o amortización de Letras del Tesoro. En las siguientes casillas se deberán incluir las amortizaciones de Bonos del Tesoro y Obligaciones del Estado, también emisiones de deuda pública, pero con plazos más largos.
“Aunque hay muchos activos de inversión que tienen un gran rendimiento, los contribuyentes tienen que conocer que estos no están libres de cargas fiscales. Con todo, las Letras del Tesoro se están convirtiendo en la opción predilecta de los pequeños y medianos inversores que apuestan por la renta fija y no quieren llevarse ningún susto”, afirma Enrique García, CEO de TaxDown.