«Es bastante improbable que veamos a la inflación por debajo del objetivo del 2% este año»

Fernando Álvarez, profesor de Empresa y Economía de la Universitat Abat Oliba CEU, analiza cuáles son las previsiones de inflación que podemos esperar en el corto y en el medio plazo, así como qué rumbo podría tomar la política monetaria por parte de los bancos centrales. 

¿Estamos ante el final de las subidas de tipos por parte del BCE? ¿Por qué?

En menos de un año el BCE ha subido ocho veces consecutivas los tipos de interés hasta situarlos en el 4% (desde del 0,0% en el que estaban situados en junio del 2022). La buena noticia es que en esta última ocasión la subida ha sido nuevamente del 0,25%. Pero todo apunta que todavía viviremos aumentos porque las tasas de inflación continúan siendo demasiado elevadas, a pesar de las primeras señales de freno en las subidas de precios que se están observando. 

De todas formas, el hecho que ya se esté notando un enfriamiento en la concesión de créditos, es una señal que la política monetaria se está transmitiendo a la economía real y que su impacto en los precios se debería ir trasladando cada vez más.

¿Qué podemos esperar en el caso de la Fed? ¿Por qué?

En el caso de la Reserva Federal, aunque el proceso está siendo muy similar, diez subidas consecutivas, en su caso deben estar atentos a dos circunstancias: el impacto de las medidas en la economía real (básicamente perspectivas de inflación, crecimiento económico y empleo) y el efecto de las intervenciones producidas en el sistema financiero a partir de la crisis vivida con la caída del Silicon Valley Bank. Al parecer, la FED quiere observar la evolución de estas variables antes de volver a incrementar los tipos. 

¿Qué otras medidas podemos esperar por parte de las instituciones si la inflación continúa elevada?

En la UE la política monetaria restrictiva que estamos viviendo va a coincidir en el tiempo con el fin de la “relajación fiscal” que han vivido los Estados miembros estos últimos cuatro años. De tal forma, se recuperará la exigencia del cumplimento del Pacto de Estabilidad y los Estados deberán cumplir de nuevo con el objetivo marcado de déficit y de deuda pública. Esta exigencia llevará a la necesidad de contener el gasto público y/o incrementar la recaudación fiscal, medidas que provocarán un enfriamiento por el lado del gasto que también impactará en los precios. 

¿Cuáles serían las consecuencias si deciden continuar con la escalada de intereses?

La consecuencia directa que se está persiguiendo es la de provocar una disminución de los créditos concedidos por las instituciones financieras, con el fin de “enfriar” la economía, con el consiguiente efecto sobre el consumo y la inversión. Falta por ver el impacto que esto tiene en las tasas de crecimiento económico y empleo.
Por otro lado, está el impacto que está teniendo en muchas familias, y que seguirá notándose en las renovaciones de los próximos meses, que es el encarecimiento de las cuotas en las hipotecas a tipos variables.

¿Veremos a la inflación dentro del objetivo del 2% este año?

Es bastante improbable. Las previsiones del Banco de España apuntan a que el IPC en España se situará en el 3,7% en 2023 manteniéndose prácticamente igual en el 2024, 3,6%, mostrando claros signos de contención en el 2025 al alcanzar el 1,8%. Por tanto, es muy probable que no veamos incrementos del 2% hasta mediados del 2025.

¿Cuándo podría contenerse realmente?

Si las previsiones para España que apunta el Banco de España se cumplen, no difieren en exceso de la situación que se vivirá en la UE, sin afrontar ninguna situación excepcional como las que se han ido produciendo en los últimos años (crisis sanitaria, tensiones bélicas…) y la inestabilidad en el sistema financiero norteamericano no provoca una onda expansiva en el sistema financiero internacional, la presión inflacionista no estará “controlada” hasta el 2025.
 

2023-06-20 05:00:01

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