Durante el 2023 los inversores se enfrentarán a grandes oportunidades, sin embargo, estas vendrán acompañadas también de importantes riesgos potenciales que podrían provocar nuevas caídas y volatilidad en la renta variable. Pablo Gil, analista Jefe de XTB, ha presentado el informe “2023, 3 escenarios de inversión para un año de riesgo y oportunidad, en el […]
Durante el 2023 los inversores se enfrentarán a grandes oportunidades, sin embargo, estas vendrán acompañadas también de importantes riesgos potenciales que podrían provocar nuevas caídas y volatilidad en la renta variable.
Pablo Gil, analista Jefe de XTB, ha presentado el informe “2023, 3 escenarios de inversión para un año de riesgo y oportunidad, en el que predice los hitos que podrían mover a los mercados durante el recién estrenado 2023.
Según explica Gil, los escenarios que podrían darse en el 2023 serían “El Bueno”, “El feo” y “El malo”. Estos tres escenarios variarán en función de la evolución de seis catalizadores para el mercado: la inflación, el crecimiento económico, los beneficios empresariales, los riesgos geopolíticos, la COVID en China, el mercado de crédito y el mercado inmobiliario y la industria de las criptomonedas.
En el primero de los escenarios, El Bueno, XTB plantea que se volverá a la normalidad monetaria y geopolítica. Para que esto se alcance debería producirse un descenso de la inflación para que vuelva a la senda del 2% en la primera mitad del 2024. Así mismo, el tope de la subida de los tipos de interés debería alcanzarse en el primer trimestre del año.
Las economías entrarían en “desaceleración económica global”, pero evitarían una recesión profunda y generalizada, sostiene Pablo Gil, ya que la guerra en Ucrania entraría en una fase menos activa y no se producirían nuevos enfrentamientos entre EEUU y China.
Según ha explicado el analista jefe de XTB, este sería el escenario que los inversores están pensando actualmente para realizar sus operaciones.
El escenario “Feo”, sería para el analista jefe de XTB la opción que podría darse con una mayor probabilidad durante el año 2023. Esta sería una nueva coyuntura en la que “se sentarán las bases para mantener unos niveles estructurales de inflación más elevados que los que hemos disfrutado durante las últimas décadas y que redibujarán un nuevo entorno para la política monetaria de los bancos centrales”, ha explicado Gil.
Para que este escenario se produzca, el pico de las inflaciones empezaría a bajar durante el inicio del año, pero de una manera “más lenta de lo previsto”, lo que llevaría a los bancos centrales a ser más agresivos y desencadenaría recesiones en Reino Unido, Europa Japón y EEUU, mientras que China permanecería en su desaceleración.
En este caso la renta fija “frena su desplome” pero no mejora por la permanencia de la inflación.
El último y peor escenario sería “El Malo”, que mantiene los problemas desarrollados en el escenario anterior, pero añade nuevas tensiones que provocarían “una crisis financiera tan severa que llevaría a los bancos centrales a posponer la lucha contra la inflación para estabilizar un sistema financiero que da visos de desmoronarse”, explica el analista Jefe de XTB.
Estos focos tensionadores podrían ser a nivel geopolítico, en el escenario de que Putin decidiera usar armas nucleares o se produjera una crisis profunda en China causada por los levantamientos sociales o por el conflicto con EEUU por Taiwán. A nivel económico, los desequilibrios generados durante años saldrían a la luz y el mundo se enfrentaría a la nueva realidad de que “el coste de financiación estructural ya no va a volver a ser del 0%”.
Para que este escenario se materializara debería producirse una inflación persistente y muy por encima del 2%, con unas condiciones monetarias muy restrictivas durante más tiempo y se agudizaría la crisis energética.
El analista Jefe explica que, en todo caso, el 2023 será un año con “riesgos enormes” y en el que el inversor debe pensar en “tratar con un mercado lateral” donde se digieren los excesos de los últimos años, mientras los bancos centrales consiguen dominar la inflación y “marcan un techo de tipos de interés”.