El índice MSCI EM ESG venció ampliamente al mercado por una diferencia de más de 100 puntos porcentuales. Un registro que hace que no pueda pasar inadvertido el buen comportamiento de estos activos. Un estudio publicado por Institute of International Finance (IIF) muestra que apostar por una «inversión ESG podría ofrecer más protección para los inversores en mercados emergentes, sobre todo durante los episodios de estrés en el mercado”.
Según datos de Bloomberg, el medidor regional basado en el índice MSCI ESG refleja que la rentabilidad total de los mercados emergentes es de 103 puntos porcentuales superior. El buen tono viene dado, sobre todo, por una mayor ponderación a las empresas de tecnología y una mayor exposición a países como Sudáfrica o Brasil.
La inversión ESG es un concepto cada vez más arraigado en los países desarrollados, sobre todo en Europa, donde cada vez más se toman decisiones de inversión bajo estos criterios. Aunque, para muchos inversores, los criterios ESG son puestos en duda respecto a su rentabilidad. La preocupación reside en saber si se perderá rentabilidad por priorizar una estrategia más “verde”. La respuesta es que no.
Según el estudio del IFF demuestra como es posible tener una buena rentabilidad, batiendo al mercado, y mantener unos criterios ESG. “Los indicadores de rendimiento relativo para Europa también sugieren que las empresas mejor valoradas bajo el prisma socialmente responsable tienden a superar a sus competidores, aunque es una situación que por el momento no se da en otras regiones como Estados Unidos”, explica el informe.
Amundi, la gestora de activos más grande de Europa y pionera en inversión responsable, ha realizado un estudio sobre el impacto de los factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo en la rentabilidad de las carteras. La gestora analizó más de 1.700 compañías correspondientes a los índices MSCI North America, MSCI EMU, MSCI Europa-ex EMU, MSCI Japan y MSCI World.
La primera conclusión que se extrae del texto es que los criterios ESG tuvieron poco impacto en el riesgo de la cartera – que mide la volatilidad y el drawdown – pero, si influyeron en la rentabilidad. En general, la inversión ESG tendió a penalizar a los inversores ESG activos y pasivos entre 2010 y 2013. En contraste, la inversión ESG fue una fuente de rentabilidad superior entre 2014 y 2017 en Europa y Norteamérica.
2019-02-18 11:58:03