Siguen los riesgos en el mercado, ¿qué hacer?

Alcanzado ya el tercer mes del ejercicio, sigue el pulso entre quienes ven el vaso medio lleno y quienes lo ven medio vacío. La desaceleración sigue aquí. Es un hecho y además, según recuerdan desde Unigestión, “se ha vuelto común a todas las economías desarrolladas”. Es una ralentización del crecimiento, eso sí, que “sigue siendo joven para los estándares históricos (…) de modo que el camino hasta el punto de ruptura puede ser largo”. Y para muestra, según destacan desde esta gestora de fondos suiza, está el punto de referencia que supuso marzo de 2006. Entonces, el sector de la vivienda en EE.UU se contrajo en medio de una desaceleración mundial y se tardaron otros 15 meses hasta que la situación comenzó a reventar. De ahí que consideren que, en el contexto actual, la paciencia y la precaución, son esenciales.

Algunas luces

Pese a la rebaja de previsiones de crecimiento por parte del BCE para la Zona Euro o la reducción de estimaciones que también hemos visto en Cina, hay algunas variables que han mejorado. Por ejemplo, la preocupación por la liquidez se ha reducido. Y lo ha hecho “gracias a la decisión de la FED de poner fin a los ajustes cuantitativos en un futuro próximo y al anuncio de puesta en marcha por parte del BCE de otra oleada de préstamos a largo plazo a través de su programa TLTRO”, señala Benjamin Melman, de Edmond de Rothschild AM. Pero eso no significa que los riesgos hayan desaparecido.

De hecho, desde Allianz Global Investors, Ann-Katrin Petersen, su vicepresidente de economía global y estrategia, tiene claro que “una ralentización de las tasas de crecimiento no es ningún acontecimiento inusual en un contexto de finales de ciclo”. Y mucho más cuando ha hecho mella como lo ha hecho todo lo relacionado con el conflicto comercial. Sin embargo, a partir de ahí, recuerda el cierto impulso que ha marcado el índice de gestores de compras de la Eurozona publicado en los primeros días del mes de marzo: el PMI compuesto se ha acelerado nueve décimas en el último mes, por encima de lo esperado. Ciertos síntomas que pueden hacer pensar, según Petersen, en que “tras una fase de debilidad tan prolongada, ha aumentado la probabilidad de una recuperación al menos a corto plazo”.

¿Qué hacer en este escenario?

Desde la gestora Amundi insisten en el mensaje de cautela pese a ser conscientes de que las nuevas subastas de liquidez del BCE (TLTRO) van a aliviar al sector bancario, en particular a las entidades más débiles del sur de Europa. Esperan, con todo, que sea un alivio solo parcial porque las valoraciones están deprimidas y persisten los riesgos. De ahí que, desde su perspectiva “bottom up” ( que parte de una posición individual para abordar variables globales) se muestren prudentes con los bancos de inversión europeos porque creen que su modelo de negocio está estructuralmente cuestionado. “Preferimos bancos con operaciones predominantemente minoristas, que están en una mejor posición para obtener mejores rendimientos ajustados al riesgo sobre el capital”, destacan.

Mientras, desde Edmond de Rothschild AM tienen claro que no hay razones para sobreponderar renta variable dado que, durante las próximas semanas, los mercados podrían mostrarse un poco más indecisos. “Estamos reduciendo la exposición a la renta variable de los países emergentes porque ya han experimentado un aumento significativo de los flujos de inversores”, subraya Benjamin Melman. Por el contrario, están aumentando las ponderaciones de los bonos de los países emergentes, dado que “deberían seguir aumentando gracias a la neutralidad benévola de la Reserva Federal”. Respecto al dólar, la gestora francesa aconseja infraponderar.

2019-03-12 16:56:28

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